Varios países iberoamericanos quieren controlar internet

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La conferencia en uno de sus debates (WCIT 2012, Dubai, UAE
©ITU)
En la XII Conferencia Mundial de Telecomunicaciones Internacionales, que acaba de finalizar en Dubai, y cuyo tema central fue la libertad de Internet; varios países querían una readecuación del acuerdo para permitir a los gobiernos extender su mano reguladora sobre la web y controlar sus contenidos en lo que se considera un ataque a la libertad de expresión.
Entre otras cuestiones difíciles que fueron objeto de acalorados debates en la Conferencia, cabe citar las siguientes: la seguridad de las redes, los contenidos masivos no solicitados, como los mensajes de correo electrónico basura (spam), la definición de las empresas que prestan servicios con arreglo a lo dispuesto en el tratado, el principio del acceso no discriminatorio de los países a las redes de otros países, y si convenía incorporar o no un texto sobre la libertad de expresión en el Preámbulo del tratado.
Son 89 países los que quieren controlar las redes y entre los más destacados figuran: Rusia, China, los Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Irán, Sudáfrica, Colombia, Uruguay, Chile, Cuba, Venezuela, México, Paraguay, Alemania, Italia, Holanda, España, Suecia, República Checa, y varios países de África, entre otros.
Estados Unidos, Canadá, Alemania y varios países europeos rechazaron esta forma de controlar internet.
Un polémico artículo del acuerdo dice que “Los Estados Miembros deben tomar las medidas necesarias para evitar la propagación de comunicaciones masivas no solicitadas y minimizar sus efectos en los servicios internacionales de telecomunicación. Se alienta a los Estados Miembros a cooperar en ese sentido”.
Este acuerdo no obliga a los países que no firmaron a instrumentar las medidas acordadas y los países que aprobaron el documento final podrán implementarlo de manera individual.
Esto significa que los Estados que quieren controlar internet ya tienen vía libre para hacerlo y esto generará varias polémicas en cuanto a su forma de aplicarlo ya que expertos internacionales en el tema, afirman que es una forma de coartar la libertad de expresión.