La presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz es presentada como un modelo de recambio en el PSOE y hasta el expresidente del gobierno español, Rodríguez Zapatero- el menos indicado para dar consejos- apoyaba a Eduardo Madina, pero luego cambió de opinión-algo muy común en él- y se decantó por Susana Díaz. Ahora se comenta que intenta que Madina se retire de la carrera y no llegue a presentar su candidatura para secretario general de los socialistas y le deje el camino libre a la andaluza.
El apoyo de los barones de la formación a Díaz, parece no contar con lo que en realidad quieren los socialistas y dejarles votar es una forma de ejercer la democracia y no la imposición digitada que hoy pretenden. Ya han fracasado, es entonces el momento de escuchar la voz de todos.
Susana Díaz viene de una región castigada y gobernada por los socialistas: la presidenta andaluza llegó al cargo provincial por los hechos por todos conocidos, pero…ella también fue parte de ese gobierno con el escándalo de los EREs fraudulentos, la mayor tasa de desempleo y un pasado junto José Antonio Griñán y Manuel Chaves, del cual no podrá desprenderse fácilmente, porque cuando Griñán se fue, subió Díaz desde el mismo equipo del cuestionado gobierno. Fue un relevo, no es una cara nueva. Puede tener apoyos en su región, pero… ¿los tendrá fuera de su entorno provincial?.
Eduardo Madina, es una figura indiscutida, reúne claramente el perfil para la renovación, pero los barones, decididos a imponer su voluntad aún a costa de un nuevo fracaso insisten sin escuchar las opiniones de la gran mayoría.
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Opinión
