Palabras viejas del Ex-Presidente Arias de males pasados, presentes y futuros

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Expresidente Óscar Arias (Imagen web)

Óscar Arias Sánchez nació en la provincia de Heredia el 13 de setiembre de 1940. Realizó sus estudios primarios en la Escuela República Argentina de Heredia y los secundarios en el Colegio San Francisco, en Moravia. Posteriormente, estudió Derecho en la Universidad de Costa Rica y obtuvo su Doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Essex, Inglaterra.

El Dr. Óscar Arias propone a los cinco Presidentes de las repúblicas centroamericanas el plan de paz que llevó su nombre y que fue firmado en Guatemala, en el mes de agosto de 1987. Dicho plan fue la base de una paz duradera y de un lento pero inexorable proceso de democratización de la región centroamericana.

Como reconocimiento a sus esfuerzos, el Comité Nobel de Noruega otorgó el Premio Nobel de la Paz en 1987.

Resultó electo Presidente de la República para el período 2006-2010

El discurso del expresidente Óscar Arias debería de haberse reiterado en la VIII Cumbre de las Americas, que pasó sin pena ni gloria, nada ha cambiado desde la V Cumbre donde Manifestó: “Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el Presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que eso sea del todo justo… No podemos olvidar que en este continente… por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran… pobres”.

“Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda… y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta… perdimos la oportunidad”.

“Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur –en cuestión de 35 o 40 años– es un país con US$ 40.000 de ingreso anual por habitante”, hoy Honduras ronda 2.000 dólares.

“En 1950, cada ciudadano norteamericano era cuatro veces más rico que un ciudadano latinoamericano. Hoy en día, un ciudadano norteamericano es 10, 15 o 20 veces más rico que un latinoamericano. Eso no es culpa de Estados Unidos, es culpa nuestra. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos. ¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal”.

Nuestro problema es antiguo y no logramos entenderlo. Eso es parte de lo que hemos hecho mal, ignorarlo.

Por 1960, el expresidente Kennedy afirmó: “Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente que él”. Si Fidel Castro hubiese seguido este sabio consejo, hoy Cuba estaría mejor, pero siguió los pasos de la fracasada y extinta Unión Soviética sacrificando el bienestar de su pueblo.

El expresidente Chávez siguió los pasos de Fidel culpando a los gringos de todos los males, no se percató de que el norte de los norteamericanos siempre ha sido la educación. La escolaridad promedio de Latinoamérica es de 7 años, mientras EE.UU. tiene la mejor educación del mundo.

Pocos líderes latinoamericanos se han percatado de que el asunto es educación; un norteamericano, además de su alta escolaridad se lee en su vida unos 1.600 libros, pero un latinoamericano además de su baja escolaridad se lee en el mismo periodo unos 120 libros. Hay que entender lo que legó Simón Bolívar; “Un hombre sin estudios es un ser incompleto”.

Maduro sigue obstinado contra el imperialismo, no se ha dado cuenta de que los norteamericanos, mediante la educación, han logrado que sus ciudadanos sean eminentes innovadores. Por ejemplo, los jóvenes de Apple en 38 años han logrado una empresa que es más grande que las economías de Venezuela y Cuba juntas. Se especula que pronto Apple superará las economías de Suiza, Holanda y Arabia Saudita. Si sumamos otras empresas recientes como Microsoft, Facebook, Google, pocos creerían las cifras. ¿Serán estos jóvenes innovadores los culpables de la pobreza latinoamericana? ¿Será la juventud gringa la culpable de que sus semejantes venezolanos y cubanos tengan racionamiento de alimentos?

La OEA debe difundir en las redes sociales, “América sin pobreza”, con estadísticas de ingresos per cápita y salarios por hora de los países miembros para que la juventud pregunte a los líderes: ¿qué hicimos mal? Es como dijo Bolívar: “Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza”.