Que el inoperante Mercosur solo existe en los papeles es una realidad incontrastable ya que en las concreciones poco y nada se ha podido ver. Todo se centra en loables intenciones que rara vez llegan a buen término.
En cada cumbre del bloque se habla de proyectos firmes que por una u otra cosa siempre se dilatan en el tiempo.
En derechos humanos, se sigue con frases grandilocuentes pero con poca efectividad. En esta cumbre de Asunción se vio a cinco presidentes y uno solo-Macri- habló del atropello a la democracia que día día comete el régimen de Venezuela en contra del pueblo, violando la Constitución y encarcelando a opositores por el simple hecho de pensar diferente.
Sólo Mauricio Macri habló con valentía; los demás guardaron un vergonzoso silencio.
Todos permitieron que la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, les mintiera en sus propias caras cuando dijo que la primer medida del Presidente Macri fue liberar a los represores de la dictadura argentina.
El reconocido periodista argentino Joaquín Morales Solá señaló que “Los argentinos sabemos que Macri no tomó esa decisión, pero es preocupante porque se dijo en un ámbito donde había otros presidentes latinoamericanos; y los otros países pueden sospechar que lo que decía esta señora era cierto”.
Morales Solá agrega algo contundente: “Lo que me extraña es que ahí había 5 presidentes latinoamericanos, y ningún otro presidente se interesó en pedir por los presos políticos en Venezuela. Este país sigue provocando todavía un temor que no se puede explicar en Latinoamérica en general, y en América del Sur en particular”.
La calumnia de Delcy Rodríguez resulta intolerable, tan es así que en los medios oficiales chavistas no aparece ni una sola línea sobre la mentira de la canciller.
R.C. Gómez
Opinión
