Teorías conspirativas: ¿El Covid- 19, un arma de guerra biológica?

Precisamente en Wuhan, China (donde se inició la pandemia) viven 12 millones de personas, está funcionando uno de los más sofisticados laboratorios biológicos del máximo nivel de bioseguridad 4, Wuhan BSL-4, perteneciente al Instituto de Virología de Wuhan, que experimenta con agentes biológicos que representan un alto riesgo individual de contagio

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Miles de artículos sobre el nuevo coronavirus de Wuhan, China, han sido publicados desde finales de enero de 2020 provocando alarma mundial a medida que aumentaban las fatalidades y casos de contagio en varios países.

La creencia de que el virus fue contagiado en un mercado de productos exóticos del mar o animales fue rechazada por la Organización Mundial de Salud y ahora algún experto ha lanzado la idea que el virus fue el resultado de la bioingeniería.

En un artículo de la agencia de noticias Sputnik,  se expresa: “El creador de Ley contra el terrorismo y armas biológicas de 1989, Francis Boyle, fue más explícito en su conclusión declarando que “2019 Wuhan Coronavirus es un arma ofensiva de guerra biológica”. Boyle, que es especialista en la ley internacional de la Universidad de Illinois, afirmó durante una exclusiva entrevista con Geopolitics and Empire que “la Organización Mundial de Salud (OMS) sabe perfectamente qué es lo que está pasando en Wuhan“.

Más adelante el artículo señala: “Resulta que precisamente en Wuhan, donde viven 12 millones de personas, está funcionando uno de los más sofisticados laboratorios biológicos del máximo nivel de bioseguridad 4, Wuhan BSL-4, perteneciente al Instituto de Virología de Wuhan, que experimenta con agentes biológicos que representan un alto riesgo individual de contagio.

Este laboratorio trabaja con los patógenos más peligrosos del mundo, incluyendo varios coronavirus, como SARS-CoV (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave), MERS-CoV (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) y muchos otros tipos de virus bajo la supervisión no solo del Gobierno chino sino de la misma OMS.

El laboratorio BSL-4 fue puesto en funcionamiento después de la epidemia SARS en 2003 que ocasionó 750 muertes y 8.000 personas resultaron infectadas, llegando el índice de muerte al 10%. Según las publicaciones Natural Research Journal, The Lancet Infectious Diseases, y Journal of Medical Virology, el laboratorio de Wuhan se convirtió con el tiempo en un lugar preferido de los virólogos de todo el mundo y en especial, de EEUU, Canadá y el Reino Unido debido a su clima húmedo y caliente que representa condiciones ideales para el desarrollo natural de los más peligrosos patógenos y la existencia de una naturaleza llena de animales e insectos exóticos”.