La alcaldesa de Barcelona logra votos para quitar el busto del rey de la sala de plenos

El Consejo Plenario del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este martes, 29 de diciembre, la modificación del Reglamento Orgánico Municipal (ROM) sobre la simbología y el cambio de lugar de la celebración de los plenos, con los votos a favor de todos los grupos municipales excepto del Partido Popular (PP) y de Ciudadanos (C’s).
La votación se ha realizado a pedido del Gobierno municipal de izquierdas de la radical, Ada Colau, asociada a Podemos, que en julio decidió retirar el busto de Juan Carlos I alegando que ya no era jefe de Estado y que la simbología monárquica estaba sobrerepresentada, pese a que la normativa estatal obliga a tener una efigie del monarca en el salón de sesiones, en este caso ahora con el busto del nuevo monarca español Felipe VI.
Según la nueva normativa interna del ayuntamiento, los elementos simbólicos e institucionales con carácter permanente del salón de sesiones deberán responder a los principios democráticos, de catalanidad, de neutralidad religiosa y de respeto a la singularidad histórica y la capitalidad de Barcelona. Así lo define el artículo 75 del ROM, modificado y aprobado definitivamente con los votos de todos los grupos municipales excepto del PP y de C’s en la última sesión plenaria del año. El nuevo texto también indica que serán aprobados “mediante el acuerdo aprobado por una mayoría de dos terceras partes del número legal de miembros de la Corporación”. Hasta ahora, el reglamento vigente no hacía ninguna referencia a los elementos simbólicos e institucionales que deben estar presentes en la sala de sesiones.
El primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, ha destacado que esta modificación “intenta poner al Ayuntamiento a la altura de los tiempos, que reclaman la revisión de los elementos simbólicos en democracia que lo hagan digno de este nombre”. Y ha añadido: “No queremos imposiciones de nadie; queremos que sea una decisión libre y autónoma de los representantes de la ciudadanía.”
El texto aprobado también prevé la posibilidad de celebrar plenos en otros equipamientos municipales “por causas de fuerza mayor” y marca también como requisito una “resolución previa motivada y notificada a todos los miembros de la Corporación”. El texto definitivo establece también que las sesiones, ordinarias o extraordinarias, deben respetar “el principio de unidad de acto, y hay que procurar que termine el mismo día de su inicio”.