La Organización Internacional del Trabajo – OIT aseguró que América Latina concentra la mayor cantidad de personas que se dedican al trabajo doméstico remunerado, advirtiendo que las personas que desempeñan este oficio, se ven expuestas a diversas situaciones que repercuten en su desarrollo normal de vida ya que las garantías laborales no son las más adecuadas.
“Quienes realizan trabajo remunerado en los hogares suelen enfrentar largas jornadas, bajos salarios, escasa o nula cobertura de la seguridad social, poco tiempo libre, malas condiciones de vida e incumplimiento de sus derechos laborales”, explicó la directora regional de la OIT para América Latina, Elizabeth Tinoco.
El organismo internacional sustenta sus argumentos en el informe, Trabajadores domésticos en el mundo: Estadísticas mundiales y regionales y la extensión de la protección legal, donde se afirma que el exceso de horas de trabajo tiene un impacto negativo sobre la salud, la calidad del trabajo y de la vida.
En esta línea la OIT asegura que en América Latina, no existe un marco jurídico laboral regulatorio para este tipo de actividad, advirtiendo que las personas que ejerce este oficio están expuestas a condiciones de trabajo muy precarias.
“Las jornadas laborales excesivamente largas, el trabajo nocturno y la organización de los turnos de trabajo que implica una distribución irregular de las horas de trabajo son algunos de los factores que tienen los efectos negativos más graves sobre la salud de los trabajadores. Éstos representan riesgos particularmente importantes para las mujeres durante y después del embarazo y para los trabajadores jóvenes”, declaró la especialista en trabajo doméstico de la OIT, Amelita King-Dejardin.
En este contexto y según datos del organismo de la ONU, 19,5 millones de personas realizan trabajo doméstico remunerado en Latinoamérica y más del 90% son mujeres entre 30 y 50 años.
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