Un izquerdista sin rumbo, el presidente de Argentina, Alberto Fernández y el ultra derechista presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se unen para rechazar la expulsión de Rusia del G20 (Grupo de las 20 economías más desarrolladas del mundo) y como observador en la Organización de Estados Americanos (OEA). A estos dos gobiernos sudamericanos poco le importan la masacre que Putin viene realizando en la invasión a Ucrania, opinan analistas.
Esta decisión por parte de los dos países más grandes de América Latina muestra el servilismo de ambos presidentes al mandatario ruso.
Alberto Fernández, un títere en manos de Cristina Kirchner, que lo denigra y que bloquea al gobierno que integra como vicepresidenta, porque en nada le interesa el bienestar de los argentinos, solo quiere lograr la impunidad de ella y sus dos hijos, Máximo y Florencia, acusados los tres en graves causas judiciales de corrupción.
La promesa de Alberto Fernández para ser designado como presidente en la fórmula presidencial del kirchnerismo, era que debía hacer desaparecer las causas judiciales que por delitos de corrupción persiguen a Cristina Kirchner y a sus hijos; pero no pudieron doblegar al Poder Judicial de Argentina, al que intentaron avasallar.
Bolsonaro, tan totalitario como Putin, demuestra que las ideologías, tanto de izquierdas como de derechas, pueden tener su punto de encuentro si a los mandatarios de gobiernos antagónicos, nada les importan los derechos humanos de sus ciudadanos.
En su visita a Rusia en febero de este año, el presidente Jair Bolsonaro dijo que Brasil “ofrece solidaridad a todos los países que buscan y trabajan por la paz”.
Apenas unos días antes de la invasión rusa a Ucrania, también en febrero de 2022, el presidente argentino en el colmo de su sometimiento, le ofreció a Putin que Argentina fuera la entrada de Rusia en América Latina.
Entonces estamos ante dos casos insólitos, la derecha más recalcitrante y la izquierda sin escrúpulos, unidas para defender a alguien que está violando los derechos humanos y masacrando civiles inocentes en Ucrania.