Por Raúl Vallarino.-
Al embajador en la OEA de la tiranía de Daniel Ortega en Nicaragua, Luis Alvarado, lo identifican la cara tenebrosa que tiene (basta verlo en las fotografías) y la falta de autocrítica sobre la salvaje represión de su gobierno, que sin ningún escrúpulo encarcela con violencia a candidatos opositores, en una actitud típica de opresores y cobardes.
El cenutrio embajador orteguista dijo en la OEA: “En cuando al distinguido embajador del Uruguay (Washington Abdala), nos preocupa seriamente lo que la dictadura uruguaya está haciendo con su presidente a la cabeza. Sigue impulsando leyes para imponer un bozal a los medios de comunicación. En el último año se registraron 49 casos de amenazas a la libertad de expresión de periodistas en Uruguay”. Y lo dice este incalificable “diplomático” del régimen de Ortega, que encarcela a periodistas independientes y cierra medios de comunicación en Nicaragua.
La actitud de Alvarado es tan lamentable, que da vergüenza verlo y escucharlo leyendo el discurso que le escriben desde Managua y que para colmo lo lee con errores porque ni siquiera entiende lo que le ordenaron decir.
Las falacias del diplomático nicaragüense, son claramente delictivas y estamos en condiciones de revelar que fueron consensuadas previamente con el plan de desestabilización que utilizan foros de ultraizquierda de la región. Ya lo había anticipado Nicolás Maduro: “Foro de San Pablo estamos cumpliendo el plan”, como ya se comprobó en Chile, Colombia y antes en Ecuador con movilizaciones para generar violencia.
En Uruguay, existe plena libertad de expresión y eso está a la vista de todos, no es necesario explicarlo ante verdaderos dictadores como el de Nicaragua.
La respuesta del embajador uruguayo, Washington Abdala, al tenebroso representante de Nicaragua fue contundente:
“Rechazo enfáticamente la descalificación hacia el Uruguay como una dictadura que acaba de proferir el señor Alvarado. Creo que ingresa en un despropósito gigantesco. Creo que desconoce absolutamente lo que es la legitimidad de origen y de ejercicio del gobierno de la República Oriental del Uruguay, del doctor Luis Lacalle Pou, quien fuera electo democráticamente, y que gobierno y oposición, a pesar de tener matices, siguen conviviendo de manera pacífica y democrática”, aseveró.
“No le permito al embajador de Nicaragua una descalificación de esa naturaleza. No se lo permito en este territorio, ni en ningún otro territorio”, puntualizó.
Queda claro que el desestabilizador Foro de San Pablo está en el medio.
https://twitter.com/canaluno1Nic/status/1407787356619423750
Claramente el embajador de Nicaragua demuestra una cobardía inexcusable en su accionar que ameritó que el representante uruguayo le dijera: “Sepa que si llega a decir otra infamia más de esa naturaleza, voy a actuar acorde y en consecuencia”.
Este Alvarado es un delincuente analfabeto que se burla de la gente. Nicaragua es una de las mayores dictaduras de la región y no lo reconoce. Ortega lo utiliza tanto para un barrido como para un fregado. Es un sirviente del dictador. Si a Alvarado le pones dos tornillos en el cuello se convierte en el monstruo del Dr. Frankestein. La cara terrorífica ya la tiene desde nacimiento.
Este Luis Alvarado siempre ha sido considerado un payaso que no puede hilvanar dos frases coherentes seguidas. Un sirviente del pedófilo nicaragüense y la cacatúa Murillo.
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