El líder del partido español Ciudadanos, Albert Rivera, acaba de anunciar su dimisión ante la Comisión Ejecutiva Nacional del partido, según informaron fuentes del partido al diario El Mundo.
El anuncio de Rivera responde así a la debacle electoral que Ciudadanos ha experimentado tras las elecciones generales del 10 de noviembre, en las que la formación consiguió solo 10 diputados frente a los 57 que cosechó en los comicios de abril, según publica El Mundo. La cúpula del partido se encuentra reunida a puerta cerrada en Madrid, según las mismas fuentes.
“Dimito como presidente de Ciudadanos para que este proyecto elija su rumbo en un congreso extraordinario”, anunció Rivera.
Rivera fue diputado nacional durante cuatro años.
“En coherencia con lo que pienso y con lo que soy, creo que es momento de ceder el testigo y dejar paso a otro diputado”, añadió.
“Como moderado, liberal y constitucionalista, me preocupa el país que hay que liderar ahora. A los que tienen que tomar ahora decisiones, les deseo suerte y mucho acierto”, concluyó el líder del partido Ciudadanos.
“Los resultados han sido malos, sin excusas ni paliativos”, reconoció Rivera tras el recuento electoral que certificó la caída de su partido. Su dimisión rodeó a la formación durante las horas posteriores. “Habrá que asumir responsabilidades”, adelantó durante su intervención.
El Comité Ejecutivo Nacional fue convocado para el 11 de noviembre con carácter urgente y, tras él, un congreso extraordinario para que, en palabras de Rivera, los militantes “tomen las riendas” de Ciudadanos.
El partido liberal perdió el 10 de noviembre más de dos millones y medio de votos y ha acabado siendo sexta fuerza política en el Congreso de los Diputados, por detrás de formaciones como Unidas Podemos e incluso Esquerra Republicana de Catalunya —independentistas catalanes—. El líder de Ciudadanos llevaba 13 años al frente del partido, toda la vida de la formación política.
El líder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, fue el ganador de las elecciones a pesar de perder tres escaños. Un triunfo agridulce que se suma a la caída en escaños de su socio de gobierno más plausible, Unidas Podemos, y de la subida de la formación de extrema derecha Vox.
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