Verónica Alonso intenta lanzar la 'cuarta vía' en el Partido Nacional

Corriendo de atrás, la senadora Verónica Alonso intenta ahora lanzar la “cuarta vía” dentro del Partido Nacional de Uruguay, pero con escaso sustento, ya que por el momento parece contar solamente con el diputado Pablo Iturralde y el intendente de Cerro Largo Sergio Botana.
A las precandidaturas de Jorge Larrañaga y Luis Lacalle Pou, se agregó la postulación del diputado Carlos Iafigliola, que por tiempo y anticipación, se convirtió por derecho propio en la “tercera vía” a optar dentro del histórico Partido Nacional de Uruguay.
Durante meses y recorriendo -según la senadora Alonso- todo el país y hablando con varios dirigentes, hasta el momento solo puede mostrar el apoyo de Iturralde y de Botana.
Lejos parecen haber quedado las conversaciones y proyectos de unión con los intendentes de Tacuarembó, Eber Da Rosa y de Lavalleja, Adriana Peña y algún otro dirigente del interior, aunque nada se puede descartar porque la política es el arte de hacer posible lo imposible.
Verónica Alonso- en lo personal- trata de mostrar un perfil “wilsonista” que nunca tuvo y nunca tendrá, ya que su filosofía, es diametralmente opuesta a la de la figura del gran caudillo blanco.
En estos días varios medios de prensa destacaron que Verónica Alonso dijo que “la gente nos dice que el Partido Nacional necesita crecer, que necesita otro espacio” y remarcó que está convencida que eso se logrará con una “Tercera Vía” dentro del partido para las elecciones del año 2019.
Su actitud de “ningunear” claramente la precandidatura legítima de Carlos Iafigliola, dando a entender que ella y sus seguidores son la “tercera vía” dentro del partido, ignorando que el joven dirigente partió primero y eso se debe respetar y para ello vale recordar el viejo adagio que dice “Nadie es más que nadie”.
A pesar de todo se ve que su prédica no cuaja dentro de los dirigentes del Partido Nacional y su particular acercamiento al gobierno de Tabaré Vázquez también le juega en contra. Su última frase que publica La Diaria, la define: “hay “una leyenda urbana” que se ha instalado acerca de que el PN es “enemigo del Estado y de las políticas sociales”. “Desde acá les decimos que el PN, y este sector en particular, es amigo del Estado y de las políticas sociales”.