Las delegaciones de cinco países identificados como ideológicamente afines, Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, abandonaron en protesta el recinto de la Asamblea General de la ONU, cuando el presidente de Brasil, Michel Temer, daba su discurso.
Estos países se niegan a reconocer que la expresidenta Rousseff, fue apartada de su cargo por mecanismos democráticos que están previstos en la Constitución de Brasil.
Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, son países donde la democracia es avasallado por sus gobiernos y casi no existe la libertad de expresión, pero pretenden con sus mensajes dar lecciones presuntamente democráticas.
El embajador del régimen chavista, Rafael Ramírez, ante la ONU dijo en Twitter que la delegación se retiraba de sala ante el discurso del “presidente ilegítimo” Michel Temer.
Cuba, donde la democracia no existe y se reprime con violencia y se encarcela a cualquiera por el simple derecho de pensar diferente, fue criticada en los corrillos de la ONU, por pretender dar lecciones de democracia, siendo una de las mayores dictaduras del mundo.
Un sexto país, Costa Rica, también se retiró de sala pero lo hizo dando un comunicado diferente al de los países del bloque ideológico duro.
El comunicado de Costa Rica
El Gobierno de Costa Rica ha seguido, rigurosamente, todas las formas diplomáticas y de respeto sobre proceso político en Brasil.
Por medio de nuestra embajada en ese país hemos dado seguimiento a los acontecimientos, especialmente a ciertos actos de violencia ocurridos con posterioridad a la conclusión del proceso de “Impeachment”.
Nos preocupa la situación en ese país, a cuyo pueblo apreciamos y con el que nos hemos sentido siempre cercanos. Sin embargo, nuestra decisión, soberana e individual, de no escuchar el mensaje del señor Michel Temer en la Asamblea General, obedece a nuestra duda de que ante ciertas actitudes y actuaciones, se quiera aleccionar sobre prácticas democráticas.
Además, no es inusual que todos los Jefes de Estado o de Gobierno no escuchen todos los discursos de sus homólogos y, en este caso particular, el embajador Mendoza, Representante de Costa Rica ante la ONU, permaneció en el escaño de nuestro país durante el mensaje. No nos corresponde referirnos a la motivación de otros países para presenciar o no ese mensaje.
Opinión
