Uruguay: el día que Mujica cambió naranjas por presos de Guantánamo

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José Mujica - Foto archivo ICN Diario
José Mujica – Foto archivo ICN Diario
En Europa y en varios puntos de América, creen que el expresidente uruguayo José Mujica es una especie de gurú que todo lo sabe…pero nada es lo que parece.
En el caso de la llegada de los presos de Guantánamo que como refugiados trajo a Uruguay, Mujica siempre había negado que esto se hiciera como intercambio comercial con EEUU: ‘No estamos cambiando carne humana por naranjas ni nada por el estilo’, aseguró el exmandatario en su momento.
Tiempo después ya sin ser presidente en una entrevista en Córdoba, Argentina, admitió: “Ser presidente no es fácil, y las negociaciones internacionales menos”, dijo Mujica. “Yo para venderle unos kilos de naranjas a EE.UU. me tuve que bancar a cinco locos de Guantánamo”, dijo en referencia al mal comportamiento de algunos de esos exreclusos que llevó a su país.
En los medios de prensa arreciaron con las críticas a Mujica
“A la luz pública hacía una cosa”, dijo el senador colorado José Amorín, “y en privado, por abajo de la cuerda, hacía otra”. El senador independiente Pablo Mieres recordó el “descargo agraviado moralmente” que Mujica había dado cuando le habían insinuado lo que ahora confirmó, y sostuvo que la actitud del expresidente no le sorprende. El diputado nacionalista Jorge Gandini, mientras tanto, buscó en la web la entrevista en que Mujica había negado la información. “Mujica contestó: ‘No estamos cambiando carne humana por naranjas ni nada por el estilo’. O sea que lo tenía en la cabeza. Primero que nada, en aquel momento nos mintió; estaba cambiando personas por naranjas. No era una cuestión de derechos humanos, era una cuestión comercial”.

Mujica, la marihuana y los uruguayos como conejillos de laboratorio

El expresidente de Uruguay, José Mujica había revelado en una entrevista en 2013 que el tema de la legalización de la marihuana en ese país es “un experimento” y ha agregado que si no resulta se dará marcha atrás. Asegura, en forma personal, que Uruguay quiere hacer un “aporte a la humanidad” con este experimento.
El senador del Partido Nacional Javier García, ha expresado en 2013 que: “Es una enorme falta de respeto del presidente hacía los uruguayos creer que el pueblo puede ser parte de sus experimentos en un tema tan peligroso como es la producción de drogas, en este caso de marihuana”, ha subrayado el legislador y agrega que “Mujica utiliza a los uruguayos como banco de pruebas para sus experimentos con la marihuana”
Javier García señala que esto, además, “es un mensaje que nos perjudica mucho ante los ojos del mundo. Yo hubiera preferido que Uruguay fuera noticia internacionalmente por tener la mejor educación pública, pero eso tampoco, aquí los niños se educan en una escuela pública que en lugar de achicar las diferencias, agranda la brecha entre ricos y pobres, pero somos noticia por legalizar la marihuana” y agregó: “Y todavía sostener que es un experimento que deja en claro que se utiliza a los uruguayos como conejillos de Indias, habla a las claras de la enorme falta de respeto del presidente”, puntualizó el parlamentario.
Javier García hizo hincapié en que “Si algo no quiero, es que mi país sea un banco de pruebas de naciones poderosas que aplauden que se haga en Uruguay, pero que ellos no se atreven a hacerlo en sus países. Por aquí vimos como llegaron integrantes de Ongs, de organizaciones internacionales, a aplaudir y a hacer lobby a favor de la producción y legalización de la marihuana, sin embargo esos mismos que vinieron aquí, no se animan a respaldar en sus países lo que aplauden en Uruguay; incluso hubo expresidentes como Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, César Gaviria de Colombia y Ernesto Zedillo de México, que se congratularon con el proyecto.
Mujica no cumplió lo que había prometido: un referéndum para que el pueblo decidiera sobre la marihuana
Mujica aseguró públicamente que si el 60% de los uruguayos estaba en contra de legalizarla, él daría marcha atrás con el proyecto, para lo cual llamaría a un referéndum.
Pero al ver que las encuestas previas daban que el 63% no quería el cannabis y tan sólo el 29% lo apoyaba; el expresidente decidió no hacer el anunciado referéndum y con sus mayorías en el Parlamento, sacó adelante lo que la mayoría de los uruguayos no quería legalizar la producción y venta de marihuana.
Y algo también grave; Mujica se asoció en el proyecto con George Soros, el mayor especulador del mundo que ha financiado la implementación del proyecto. Respecto al autocultivo registrado, si bien hay quienes lo hacen, muchos otros lo siguen haciendo clandestinamente porque no se fían del registro público al que deben anotarse y otros decididamente siguen comprando la marihuana en el mercado ilegal que no ha desaparecido, al menos hasta ahora.
Hasta Pablo Iglesias inventa historias sobre la marihuana en Uruguay
Es tan absurda la obsecuencia hacia Mujica por parte de algunos políticos, que causa asombro que ni siquiera estén informados de la realidad del tema de la marihuana de Mujica. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha llegado a inventar una barbaridad y entrevistado por Jordi Évole dijo sobre la marihuana: “He visto lo que han hecho en Oregón y lo que han hecho en Uruguay que allí lo han legalizado y funciona todo muy bien; han reducido la delincuencia, no hay delincuencia vinculada al tema del cannabis; han recaudado muchísimos impuestos y han racionalizado una cosa que yo creo en nuestra sociedad todo el mundo lo tiene claro”.
Si Iglesias se tomara la molestia de llamar a su amigo Mujica, sabria que en Uruguay, todavía no se vende la marihuana, por lo tanto no puede decirse que haya disminuido la delincuencia y mucho menos que se recauden más impuestos por un producto (el cannabis) que todavía no se vende en forma oficial por el gobierno