El sindicato español Manos Limpias, que a su vez tiene a su presidente imputado por extorsión, increiblemente, mantiene la petición de 8 años de cárcel para la la infanta Cristina mientras la Fiscalía anticorrupción ha anunciado la petición de pena de 19 años y medio de prisión para su esposo, Iñaki Urdangarin.
La hermana del rey de España ha vuelto al banquillo de los acusados en la recta final del juicio por el caso Nóos.
A Urdangarín y a un socio se les acusa de malversación, estafa y blanqueo de capitales en relación con el presunto desvío de más de 4 millones de euros de fondos públicos.
Sin embargo en el caso de la infanta, la Justicia española sin explicaciones no ha resuelto separar del caso la acusación del sindicato Manos Limpias, una organización ya sin credibilidad, porque el líder de Manos Limpias, Miguel Bernad, está en la cárcel acusado de extorsión, pero con total impunidad y a pesar de lo grave de las acusaciones, el sindicato mantiene la decisión de pedir la cárcel para Cristina de Borbón. Tampoco ha tenido ningún efecto la revelación, derivada la investigación de la Audiencia Nacional, de que Manos Limpias pidió tres millones de euros a la defensa de la Infanta a cambio de retirar la acusación contra ella, lo que la libraría del banquillo.









