The Skeleton Twins –«Los gemelos esqueleto»– es una comedia dramática de 2014 que se estrenó en el festival de Sundance de ese año y ganó el premio al mejor guión. La película es protagonizada por Bill Hader y Kristen Wiig, dos veteranos del programa de sketches de comedia Saturday Night Live.
La escena que inaugura la película muestra a uno de los gemelos, Milo, cortándose las venas. Su hermana, Maggie, está a punto de tomar un montón de pastillas cuando es interrumpida por una llamada del hospital avisándole del intento de suicidio.
Maggie viaja a ver a su hermano por primera vez en diez años. Después de un reencuentro incómodo, ella lo invita a quedarse en su casa y él acepta. Milo descubre que ella se ha convertido en una higienista dental y está casada; ella, que él soñaba con ser actor pero acabó como mesero.
Luego de la distancia inicial, los hermanos retoman la complicidad de su adolescencia, con música, disfraces y chistes que nadie más entiende. Sin embargo, el reencuentro no se ve como felicidad, sino como el alivio de encontrar compañía en la tristeza; tristeza que, se insinúa, puede ser producto de una infancia disfuncional con una madre egocéntrica y un padre que se suicidó.
Milo no puede poner su vida en orden y sigue enamorado de un profesor casado que abusó de él en su adolescencia. Maggie no soporta a su (devoto y encantador) marido ni la idea de tener hijos con él, y lo engaña permanentemente. A pesar de que la actuación que brilla es la de Bill Hader, la vida de Maggie es la que transmite la idea más poderosa de la película: ¿qué pasa si todo funciona bien pero de todas formas somos incapaces de ser felices?
Estefanía Canalda