Michelle Bachelet intensifica su campaña por la Secretaría General de la ONU en medio de debate por su perfil político

Analistas internacionales dudan de la capacidad de Bachelet tras gestiones sin logros en la ONU: El cargo de Secretaria General le queda "demasiado grande", según expertos

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Michelle Bachelet

La ex Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha intensificado su campaña para ser elegida como la próxima Secretaria General de las Naciones Unidas. Su postulación, anunciada a finales de 2025 por el gobierno chileno del presidente de izquierda Gabriel Boric, ha desatado un vigoroso debate tanto en Chile como en el ámbito internacional, centrado en su marcado perfil político y la posible orientación de su mandato.

Analistas y observadores internacionales discuten si la reconocida inclinación de Bachelet hacia la izquierda podría resultar en una gestión sesgada al frente del organismo multilateral. Sus críticos más duros, especialmente desde la oposición chilena, han planteado la preocupación de que una figura con su trayectoria y afinidad ideológica podría verse tentada a intervenir en asuntos de política interna de los países miembros, debilitando la neutralidad tradicional del cargo.

Cuestionamientos a gestiones anteriores en la ONU

El escrutinio sobre la candidatura de Bachelet no solo se enfoca en su pasado político, sino también en su historial dentro de la propia organización. Sus funciones previas como Directora Ejecutiva de ONU Mujeres (2010-2013) y, posteriormente, como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (2018-2022), son objeto de análisis.

Algunos críticos argumentan que estas gestiones “no movieron la aguja”, señalando que, más allá de discursos y declaraciones, Bachelet no logró avances o reformas significativos que destacaran en dichos cargos.

“Esas gestiones anteriores, sin brillo ni logros a resaltar, son la muestra de que el cargo de Secretaria General de la ONU, le queda demasiado grande”, comentó un analista internacional, reflejando el sentir de un sector que duda de su capacidad para liderar una organización de la envergadura de la ONU.

Un perfil con fuerte alineación ideológica

La discusión central ahora gira en torno a si la Secretaría General, un puesto que exige un equilibrio diplomático y una estricta neutralidad, puede ser ocupado por una figura con un alineamiento ideológico tan definido sin comprometer la imparcialidad de las Naciones Unidas. Sus partidarios, no obstante, defienden su candidatura argumentando que su compromiso con los derechos humanos y la igualdad la hacen idónea para enfrentar los desafíos globales actuales, aunque su desempeño como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos no tuvo puntos de destaque.

A medida que avanza el proceso de selección, la trayectoria y el sesgo político percibido de Michelle Bachelet seguirán siendo el foco de un intenso debate internacional.