Uno ya no sabe si pensar si las declaraciones de algunos de los integrantes del PSOE, son hechas en serio o son producto de una despreocupación plena de la realidad que vive España.
Allí está el indescifrable Óscar López, un político de escasa trayectoria a nivel nacional que aparece como el dueño de la verdad absoluta y que Rubalcaba, inexplicablemente, elevó al cargo de secretario de Organización del PSOE.
Cada una de sus ruedas de prensa son para alejar votantes en vez de acercar posiciones porque la gente no es tonta y compara sus altisonantes declaraciones con la situación real que vive la sociedad, situación nefasta de la cual el PSOE se lleva buena parte de la culpa.
Óscar López, ha señalado este sábado en Segovia que el año que termina “ha sido el de la estafa del presidente Mariano Rajoy y de su Gobierno” a todos los españoles que votaron un cambio. Uno imagina que hubiera dicho López, de haber sido opositor, del último año de Zapatero.
El dirigente socialista ha sostenido que Mariano Rajoy “prometió que habría menos paro y menos impuestos y, un año después, ha ocurrido todo lo contrario”. Claro, no menciona lo que ocurrió en los casi 8 años de gobierno de su partido ni en los más de cinco millones de desempleados que dejó.
Y ni hablar de Zapatero que reapareció en televisión y dijo una frase que merecería figurar en la biblioteca del absurdo si esta existiera: ‘Mi partido ha pagado con creces las consecuencias de mi gestión’, dijo sin ningún atisbo de vergüenza.
Lamentable definición; le importa más lo que le ocurrió a su partido y no pide disculpas por las consecuencias que pagaron los españoles por causa de su gestión. Millones de parados son parte del resultado, entre otros desatinos, de su paso por el gobierno.
Óscar López, no vio ni escuchó ayer a su expresidente en una entrevista en el programa ‘Al rojo vivo’ de La Sexta, donde Zapatero se ha referido a la decisión que tuvo que adoptar en mayo de 2011 -congelar las pensiones y rebajar el sueldo a los funcionarios- para hacer frente a la crisis.
Sobre esto, el secretario de Organización del PSOE mira para otro lado y calla.












