
Este “galardón” resulta inexplicable ante el asedio y el acoso que Correa ejerce sobre los medios de comunicación de su país, pero ya no llama la atención de nadie, puesto que este premio también se lo han concedido a Hugo Chávez y a Evo Morales, mandatarios que justamente no demuestran tener demasiado afecto por la libertad de prensa en sus respectivos países.
Pero ahora parecería que la Facultad de Periodismo y Comunicación de la Universidad de La Plata (UNLP), tiene otros criterios para otorgar estas “distinciones”, donde se pasa por alto la persecución a los periodistas que no piensan y no son serviles a los intereses del gobierno.
Pero existe otro tema que preocupa y es la actitud de Correa en esta visita a la Argentina, donde en una entrevista, sin ningún pudor, entreveró las cosas para defender lo indefendible y justificar el atentado terrorista contra la Asociación de Mutuales Israelitas de Argentina (AMIA), que dejó 85 muertos y 300 heridos, hace 18 años.
Rafael Correa minimizó las reclamaciones argentinas por el criminal atentado durante una entrevista donde se requirió su opinión con respecto la negativa de Irán de entregar a los supuestos responsables del atentado, Correa dijo conocer ese caso: “Es muy doloroso para la historia argentina, pero vea cuántos murieron en el bombardeo de la OTAN a Libia. Comparemos las cosas también y veamos donde están los verdaderos peligros; no debemos manipular”, dijo Correa a la periodista Débora Plager, del canal argentino C5N.
Triste comparación de un jefe de gobierno que nunca será un estadista, porque para eso se debe ser humanista y Rafael Correa no lo es.
Y en referencia a las próximas elecciones en Ecuador, donde Correa irá por la re-reeleción, conviene recordar una gran frase de Winston Churchill, que dijo: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones” y Rafael Correa, al igual que Chávez, Evo Morales, Cristina Kirchner y Daniel Ortega, piensan y quieren eternizarse en el poder sin darle oportunidad a las nuevas generaciones.












