Para entender el conflicto diplomático entre Ecuador y México

Un conflicto de derivaciones imprevisibles, donde ambos países han cometido errores

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López Obrador y Daniel Noboa

El conflicto diplomático entre Ecuador y México, donde ambos países han cometido errores, tiene que verse desde el punto de vista objetivo y no opinar desde las ideologías como lo vienen haciendo desde uno y otro lado.

El exvicepresidente correísta, Jorge Glas Espinel, ha sido sentenciado por delitos de corrupción por la Justicia de Ecuador con pruebas concluyentes y por ello fue condenado en diciembre de 2017 a seis años de cárcel por la trama de corrupción de la firma brasileña Odebrecht.

Ahora,  la Fiscalía de Ecuador investiga y acusa a Glas y otros dos funcionarios del gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017), por desviar hacía otros cometidos los fondos que estaban destinados para la reconstrucción de la provincia de Manabí, en el suroeste de Ecuador.

Entonces al saber que sería detenido, Glas se refugió en la embajada de México en Quito para evitar rendir cuentas de estos hechos y el gobierno mexicano del izquierdista Andrés López Obrador, sin analizar en profundidad el caso le otorgó asilo político.

Conviene aclarar que son delitos comunes, no políticos, por los que se acusa a Glas, en definitiva hechos de corrupción, como explicó el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa.

La Convención sobre Asilo Diplomático, adoptado en la Décima Conferencia Interamericana realizada en Caracas, Venezuela el 28 de marzo de 1954 y entrada en vigor el 29 de diciembre de 1954 de conformidad con el Artículo 23, serie sobre Tratados, OEA, Nº 18, es concluyente en su Artículo III:

No es lícito conceder asilo a personas que al tiempo de solicitarlo se encuentren inculpadas o procesadas en forma ante tribunales ordinarios competentes y por delitos comunes, o estén condenadas por tales delitos y por dichos tribunales, sin haber cumplido las penas respectivas, ni a los desertores de fuerzas de tierra, mar y aire, salvo que los hechos que motivan la solicitud de asilo, cualquiera que sea el caso, revistan claramente carácter político.
Las personas comprendidas en el inciso anterior que de hecho penetraren en un lugar adecuado para servir de asilo deberán ser invitadas a retirarse o, según el caso, entregadas al gobierno local, que no podrá Juzgarlas por delitos políticos anteriores al momento de la entrega.   

Actuando con el corporativismo de los gobiernos de izquierda de la región, que dejan de lado los tratados internacionales cuando se trata de “ayudar” a un compañero de ruta ideológica, el presidente de México, sin atender lo que rige para el derecho de asilo, se lo otorgó a Glas y esto provocó la queja de Ecuador que respondió a la decisión de López Obrador, señalando que “ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político” y que Glas “ha sido condenado con sentencia ejecutoriada (en firme) y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes” que debían negarle el refugio y entregarlo a la Justicia ecuatoriana.

El desconcertante mandatario mexicano, que informa ante cámaras una noticia trágica, cualquiera sea y lo hace con una sonrisa inexplicable, profundizó en el conflicto al opinar sobre asuntos internos de Ecuador, provocando la expulsión de la embajadora de México en Quito.

Pero López Obrador, no quiso respetar el Artículo III de la Convención sobre Asilo Diplomático, negándose a la solicitud fundamentada de la Justicia de Ecuador.

Fue allí, que en forma improcedente, las autoridades ecuatorianas también cometieran un exabrupto al entrar a la fuerza a la embajada mexicana en Quito, violando territorio extranjero, para detener al condenado Glas.

Lo que explica el gobierno de Ecuador en un comunicado oficial

Pero no fue la forma correcta de detenerlo y esto ha generado un conflicto diplomático entre los dos países. Un hecho de derivaciones imprevisibles, donde México ha anunciado la suspensión de relaciones con Ecuador.

Se menciona que el gobierno mexicano – ante la negativa ecuatoriana de concederle un salvoconducto para salir del país- habría estado intentando sacar a Glas en forma clandestina, burlando a las autoridades de Ecuador.

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