Cada día se descubren en Argentina más casos escandalosos con fondos de dinero del Estado, que debieron tener un destino social, pero que grupos afines al anterior gobierno del kirchnerismo, dejaron sin concretar la entrega de viviendas en la provincia de Chaco.
Según informa el canal de noticias TN, el Gobierno de Javier Milei puso la mira sobre el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), una millonaria caja que estaba en manos de Fernanda Miño, dirigente que respondía al dirigente ultrakirchnerista, Juan Grabois.
Las obras empezaron en febrero de 2022 y tenían que finalizarse en octubre de 2023, dentro del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, pero en la actualidad hay menos del 10% de las casas construidas.
De las 165 viviendas que se prometieron, se terminaron 15. En cuanto a las 150 restantes, buena parte se entregaron sin techos ni puertas ni ventanas. No tienen conexiones de gas, ni luz y muchas tampoco tienen baño, como se ha comprobado.
El FISU se financiaba con el 9% de lo recaudado por el Impuesto PAIS y con el 15% de lo que se acumulaba con el Impuesto a la Riqueza, un impuesto impulsado por Máximo Kirchner que consistía en cobrarle entre un 2% y 3,5% a quienes tuvieran un patrimonio superior a los $200 millones. El objetivo del programa era urbanizar distintos barrios populares de todo el país.
El presidente Milei está ajustando acciones ante el desastre económico dejado por el gobierno del kirchnerismo y cada día aparecen nuevos escándalos por el mal uso del dinero del Estado, que se cuenta en cifras millonarias y que no tuvieron el destino de ayuda social estipulado.
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