Aunque usted no lo crea, el llamado “rapiñero de Pocitos”, en la ciudad de Montevideo fue dejado en libertad el viernes pasado por la fiscal Brenda Puppo, había pruebas suficientes para encarcelarlo e inexplicablemente quedó libre, pero el ladrón robó horas después una farmacia y una estación de servicio.
Según cuenta el diario El País, al malestar generado entre algunos comerciantes de Pocitos por la decisión de la fiscal Brenda Puppo de liberar al rapiñero que venía ocasionando una serie de robos en la zona, se sumó la indignación de autoridades del Ministerio del Interior y oficiales de la Policía que participaron en las investigaciones. Según aseguró una fuente del ministerio a El País, “la fiscal (por Puppo) dijo que no iba a investigar todas las rapiñas que el hombre tiene en su haber”.
La nota periodística del matutino uruguayo agrega que la fuente sostuvo que para Puppo esa responsabilidad “en todo caso” era del fiscal Morosoli, pues este venía investigando al rapiñero que cometió su primer delito -en el último tiempo, porque ya contaba con antecedentes por rapiña en años anteriores- durante su turno. Para la cartera, lo que explica que Puppo no tomara las investigaciones previas de Morosoli, es la falta de comunicación previa entre ambos. “Se trató de hablar entre fiscales. No se llegó a un acuerdo. Puppo dijo que era viernes, que se venía el fin de semana y no iba a trabajar en la investigación de seis o siete rapiñas”, sostuvo la fuente.
