Mise-en-scène: Cristina Kirchner emocionada tras el atentado y como el Papa pidió ‘recen por mi’

Cristina Kirchner habló de reconstruir el diálogo “como hacía Cristo” y agregó: “Me volví un poco mística, un poco de razones me asisten” y luego parafraseó al Papa Francisco: “Por favor recen por mí porque lo necesito”

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La hora mística de Cristina Kirchner - Imagen captura de video

La vicepresidente de Argentina, Cristina Kirchner, habló este jueves en un acto con Curas en Opción por los pobres y contó también que la llamó el Papa Francisco, su amigo: “Me dijo que los actos de odio y violencia siempre son precedidos por palabras y por verbos de odio y violencia. Este clima va creciendo y se produce lo que se produce”, aseveró, casi en trance místico.

Al referirse al momento del ataque, sus palabras dejan en evidencia que los guardaespaldas no actuaron como deberían haberlo hecho y esto es algo que arroja dudas sobre el ataque: “Fueron los militantes los que aprehendieron a quien me había intentado matar, fueron los militantes, no fue la Policía. No solo lo detuvieron, impidieron que volviera a montar el arma cuando fracasó el primer disparo. No hicieron justicia por propia mano, ni lo lincharon. Hicieron lo que corresponde, llamaron a la ley, a la Policía. Hay que poner mucha institucionalidad y mucho respeto democrático”.

De sus declaraciones se desprenden varias interrogantes: ¿los militantes kirchneristas tras el intento de magnicidio, “capturan” al agresor “sin violencia”, lo entregan a la policía y los custodias le permiten a Cristina Kirchner que continúe caminando entre la gente saludando y firmando libros?  Todo esto se vio y no se puede ocultar. ¿Y si había un segundo o un tercer atacante preparados para actuar, si fallaba el primer agresor como podría ocurrir  en un ataque planificado?

¿Por qué no hubo un solo intento de cubrirla con sus cuerpos y retirarla del lugar en forma inmediata como indica el protocolo de seguridad?. Esta inacción no cierra por ningún lado.

Los cruces de mensajes de celular entre los presuntos implicados previos al ataque, parece un “trabajo de inteligencia de novatos” que dejan pistas demasiado visibles para que luego las autoridades reconstruyan sus pasos delictivos.

No se sostiene por ningún lado que en los días previos para no despertar sospechas los integrantes de la banda, hacían inteligencia en la zona donde vive la vicepresidenta vendiendo ostentosos “copitos de azúcar”, una golosina infantil, en medio de una concentración solo de militantes mayores, donde no había niños. A nadie le llamó la atención.

“Recen por mi”

“Me pareció que si tenía que agradecer a Dios y a la Virgen tenía que hacerlo rodeado de curas por los pobres, villeros, y de hermanas religiosas y laicas. Me hubiera gustado que estuvieran mis amigas las Carmelitas de San Nicolás pero no pueden porque son de clausura. Las invite pero después me di cuenta que no podían”, dijo en una parte de su mensaje místico

Habló de reconstruir el diálogo “como hacía Cristo” y agregó: “Me volví un poco mística, un poco de razones me asisten” y luego parafraseó al Papa Francisco: “Por favor recen por mí porque lo necesito”.