Por Raúl Vallarino.-
Cristina Kirchner ya no tiene límites, está enojada con el mundo que la rodea, desencajada y mostrando un rostro que ya no soporta más estiramientos ni arreglos estéticos, la vicepresidente de los argentinos, no asumió este viernes, en un discurso en la provincia del Chaco, que en la grave crisis que vive su país, ella es una de las principales responsables, con una inflación del 55,1%, salarios insuficientes, jubilados que perciben tan sólo 32.500 pesos argentinos mensuales (unos 279 dólares) y en datos oficiales en el país hay 16,8 millones de personas pobres, mientras la cifra de indigentes se acerca a casi 3,7 millones.
“No fui yo, fue él”
Decididamente maquiavélica e incapaz de asumir sus culpas, cree que “su fracaso” es a causa de otros y trata de desprenderse del gobierno que integra y que ella misma conformó al designar “a dedo” a Alberto Fernández como presidente.
Lo que hace Cristina es claramente un “autogolpe”, para derrocar al jefe de Estado que impuso a la fuerza y que ahora denigra, pisotea y a la vez califica de inútil. La culpa de la crisis es de Fernández y no de ella asegura: “El bastón de mando presidencial, no significa tener el poder”, dice y esa frase delata quien manda verdaderamente en Argentina.
Pero el “títere” Fernández resiste a la maldad de su jefa y pide que “nadie nos desuna”, cuando sabe que él carece de votos y que Cristina tiene en sus manos su futuro.
La maldad de Cristina Kirchner, como ya dije al principio, es sin límites y que va a destrozar a Fernández.
El cinismo de la vicepresidente, se ha visto reflejado en su discurso este viernes en la Universidad del Chaco, donde pidió un cambio de gabinete en el Gobierno nacional y aseveró que Alberto Fernández no tiene el poder.
Estas son algunas de sus frases desestabilizadoras:
“Dicen que hay una pelea (en el gobierno), pero yo no le pegué a nadie y nadie me pegó”.
Cristina alertó: “No estamos haciendo honor a tanta confianza que nos depositaron”. Esto es lo único cierto que dijo.
- “La gente está muy mal… Por eso lo único que les pido es que nadie se haga la víctima, que acá la única víctima son los que no llegan a fin de mes, no tienen laburo, no tienen para darle de comer a los hijos y los tienen que llevar a un colegio de vuelta para que les den un plato de sopa o de carne”, dijo sin reconocer que ella es la vicepresidente del actual gobierno. No llegan a fin de mes por causa del gobierno que ella integra.
- “¿Ustedes se dieron cuenta de una cosa? Siempre tratan de asociarme a las malas emociones: está enojada, no habla, no hace esto, es mala, es mala, es mala, es mala. Y la verdad que miren, tengo muchísimos defectos, muchísimos defectos pero, nunca decido las cosas a través de mis hormonas sino de mis neuronas. Ojo, ojo que muchos dirigentes de todos los colores y partidos políticos dicen que las mujeres somos histéricas. Ellos son los hormonales”. Si señora, Kirchner usted es histérica y con esto lo demuestra.
- Sobre su elección de Alberto Fernández como candidato a Presidente: “Esa decisión política a la que no considero, como dicen algunos compañeros erróneamente, generosa. No, no. Fue inteligente. Sí fue una acción generosa que quien resultó electo Presidente con el voto de la ciudadanía pudiera decidir libremente quién era su gabinete económico, todos los hombres y mujeres de ese gabinete económico”.
- Lo que está pasando en el Poder Ejecutivo no es una pelea; yo no le pegué a nadie, a mí nadie me pegó. Esto es un debate de ideas”. No señora, no mienta, es una guerra sangrienta donde el único perjudicado es el pueblo argentino.
- Sobre la pandemia de Covid-19: “Si estamos vivos todavía es porque hubo Estados que pusieron plata en los laboratorios para que fabricaran vacunas”. Señora, gracias a ellos y no a usted que permitió la barbaridad de los “vacunatorios VIP” en Argentina, donde sus amigos y familias se vacunaron antes que la población de riesgo.
Hoy, Argentina es un caos y Cristina Kirchner no es ajena a la crisis.
