La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien se encuentra de visita oficial en Gran Bretaña, instó a las empresas del país que recibieron ayudas e incentivos por parte del Estado, para enfrentar los desequilibrios económicos externos producto de la crisis de los países desarrollados, a que se comprometan a mantener los puestos de trabajo.
Las declaraciones las realizó la mandataria, ante las especulaciones que se han producido en el país, de posibles despidos por parte de algunas industrias, específicamente General Motors, empresa que anuncio un plan de despidos voluntarios ante el cierre de algunas plantas.
“Todos los sectores que recibieron incentivos del gobierno tienen que saber que nosotros hicimos esto por un único motivo, garantizar el empleo y la renta de los brasileños”, expresó la jefa de Estado brasileña.
Ante este panorama el Ministerio de Hacienda brasileño, aseguró que la próxima semana se realizará una reunión con delegados del sector automotriz, representados por la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos, con quienes se debatirá, evitar la posibilidad de que se produzcan una reducción de personal en este sector.
Por otra parte Rouseeff reconoció que el país se ha visto afectado por la crisis global, no obstante, destacó que su gobierno tomará las medidas necesarias para apoyar el correcto desempeño de la industria, a través de incentivos fiscales y financieros, ya que en el último tiempo la industria ha perdido competitividad.
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