Julian Assange reaparece ya sin el crédito que le otorgaron sus denuncias va en busca del tiempo perdido aunque muchos ya no le creen

Hoy, desprestigiado y en busca de la fama perdida, Julian Assange, presentó una denuncia penal en Estocolmo contra la Fundación Nobel. La acusa de convertir “un instrumento de paz en un instrumento de guerra” y de facilitar la comisión de crímenes de lesa humanidad por haber otorgado el Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado, pero ya muy pocos lo toman en cuenta

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Julian Assange asilado en 2012 en la embajada de Ecuador en Londres (Foto Cancillería)

Llega un momento en la vida en que, haga uno lo que haga, solamente aburre. Queda entonces una manera de recuperar el prestigio: morir. Diario de la guerra del cerdo” (1969), Adolfo Bioy Casares.-

Julian Assange ha hecho una denuncia contra figuras públicas como el Premio Nobel de la Paz y la opositora venezolana María Corina Machado, pero estas acciones no han tenido el mismo impacto que sus revelaciones iniciales. Para muchos, su credibilidad se vio afectada por los años de conflictos internos en la embajada de Ecuador en Londres donde estuvo refugiado y por la percepción de que abusó de la hospitalidad que Ecuador le brindó.

En resumen, Assange con su soberbia, la prepotencia y su falta de aseo personal, pasó de ser visto como un símbolo de la lucha por la transparencia a convertirse en una figura polémica, marcada por sus propios excesos y el deterioro de su relación con el país que lo protegió.

La narrativa alrededor de Julian Assange cambió mucho con el paso de los años. Aunque en sus inicios fue visto por muchos como un “justiciero digital” que revelaba secretos de Estado a través de WikiLeaks, su comportamiento dentro de la embajada de Ecuador en Londres deterioró esa imagen.

El propio gobierno ecuatoriano, bajo la presidencia del izquierdista Lenín Moreno, justificó el retiro del asilo en 2019 señalando:
• Falta de higiene y aseo personal, que incomodaba al personal diplomático.
• Irrespeto a las normas de convivencia, incluyendo desobediencia a reglas internas y uso indebido de los recursos de la embajada. Fiestas descomunales con invitados bajo la protección del entonces presidente Rafael Correa, que toleraba todos sus desmanes.
• Maltrato verbal y actitudes agresivas hacia funcionarios, lo que generaba un ambiente hostil.
• Intervención en asuntos políticos internacionales desde la embajada, lo que violaba las condiciones de su asilo.

Moreno lo describió como alguien con “conducta irrespetuosa, agresiva y de falta de higiene”, lo que fue clave para retirar la protección.

Hoy, desprestigiado y en busca de la fama perdida, Julian Assange, presentó una denuncia penal en Estocolmo contra la Fundación Nobel. La acusa de convertir “un instrumento de paz en un instrumento de guerra” y de facilitar la comisión de crímenes de lesa humanidad por haber otorgado el Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado, pero ya muy pocos lo toman en cuenta.

Assange, debería saber que del desprestigio no se vuelve y él no tiene retorno…


Assange, un zombie que quiere salir del sarcófago.