El régimen de Nicolás Maduro está desesperado y su ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, le hace creer al presidente de facto, que los milicianos serán la contención de las tropas de EEUU, en el hipotético caso de una invasión.
“Estamos trabajando mucho el tema comunal con el tema miliciano. Cada comuna debe tener sus hombres armados“, declaró el ministro en el programa de TV de Maduro y aseguró que está avanzando en un plan para que las armas del Estado estén a disposición inmediata del pueblo a fin de garantizar la defensa local en las comunas.
Detalló que la Milicia cuenta incluso con fuerzas especiales entrenadas y que cada integrante tiene asignado un lugar, una misión y un arma.
Nada más alejado de la realidad, las caras de hambre de los milicianos es visible, sin preparación, a las que les entregaron fusiles en precario estado y sin entrenamiento para su uso, revelan la improvisación y la utilización infame de personas carenciadas, cuyo pago por esos servicios consiste en una caja CLAP de alimentos, que en su desesperación aceptan.
Al régimen no le interesa que ocurra con ellos; hombres y mujeres mal alimentados serán la carne de cañón, los sacrificables, mientras ellos no dan la cara y se esconden.
Los escudos humanos por una caja de alimentos