
La cuenta oficial del Comando Nacional de Campaña de la líder opositora, María Corina Machado y el presidente electo Edmundo González, de Venezuela, alerta en un comunicado que el régimen de Nicolás Maduro activó la llamada política de “puerta giratoria”, mediante la cual el chavismo libera selectivamente a algunos detenidos para sustituirlos por nuevas detenciones de opositores, manteniendo así el sistema de rehenes políticos que utiliza como negociación.
La denuncia expresa que el pasado viernes 18 de julio, el régimen de Nicolás Maduro intercambió a un grupo de rehenes políticos extranjeros en el marco de un acuerdo entre los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador. Esto incluyó la excarcelación de un grupo de presos políticos venezolanos que permanecían injustamente secuestrados por el régimen. A pesar de que la cifra de excarcelaciones anunciadas por voceros oficiales del régimen era de 80 personas, hasta el día de hoy no se tiene confirmación de que ese número se haya concretado. Más grave aún, hasta el momento, sólo una mujer ha sido excarcelada y no han liberado a ningún menor de edad. Según registros de organizaciones como Foro Penal y Justicia, Encuentro y Perdón, más de 90 mujeres y al menos cuatro menores de edad continúan privados de libertad por motivos políticos.
El comunicado revela que se reportó una nueva ola represiva que continúa al día de hoy. Desde el pasado viernes se han contado más de 20 nuevas detenciones, incluyendo dirigentes vinculados al Comando Con Venezuela, así como testigos de mesa del proceso electoral del 28 de julio. En los últimos dos meses se han contabilizado por lo menos 30 detenciones arbitrarias. Esto no sólo ha incluido a estas personas, sino también a sus familiares y sus entornos cercanos, mostrando crueldad en su máxima expresión.
El informe opositor revela que este patrón de detenciones, ya reiterado, confirma la política de la “puerta giratoria”: liberar selectivamente a unos para encarcelar a otros. La represión no cesa, sólo se redistribuye. La privación de libertad sigue siendo utilizada como herramienta de negociación política en medio de una diplomacia de rehenes y de castigos selectivos.
Piden a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos elevar aún más sus acciones para que el régimen sienta el alto costo de la represión. Expresan que “Es indispensable que se utilicen todas las herramientas disponibles contra un aparato represivo que ya no duda en perseguir, secuestrar, desaparecer y torturar, haciéndole saber a los perpetradores que serán responsables de sus actos y que rendirán cuentas por sus crímenes”.
Finalmente el comunicado concluye exponiendo: “El mundo democrático no puede seguir tolerando las prácticas sistemáticas de un régimen que se burla de todos los acuerdos, sin consecuencias”.