Por Paco Tilla.-
Cristina Kirchner, condenada por la Justicia de su país con sólidos argumentos jurídicos que están a la vista, no son productos de la imaginación de los fiscales y jueces que investigaron y tampoco de una supuesta trama para llevarla a prisión.
Los negadores de la verdad no asumen el desastre de los sucesivos gobiernos kirchneristas que empobrecieron a la Argentina, mientras los acólitos de Néstor y Cristina Kirchner se enriquecían con los dineros del pueblo y hasta el presidente digitado Alberto Fernández, un títere en manos de la expresidenta, destrozaba la economía al dejar en manos de ineptos la conducción de la parte económica. Y así les fue, creció en millones la cifra de afectados y la pobreza hizo estragos en medio de la feroz inflación de tres dígitos que provocó una crisis humanitaria de la cual hoy – con fuertes medidas – el presidente Milei ha comenzado a revertir.
La soberbia de Kirchner la inhibe de reconocer sus errores y pedir disculpas a los ciudadanos. Personajes que la secundan, nunca admiten sus culpas que están a la vista; no hablan de sus delitos mientras dicen ser perseguidos y se victimizan como si fueran inocentes y no son más que ladrones que robaron todo lo que encontraron a su paso por el poder.
Los seguidores de CFK, no reconocen al poder judicial y lo atacan. “Artistas” que vivieron de los impúdicos y multimillonarios aportes de la expresidenta, mientras los jubilados y los niños eran condenados al hambre, defienden los privilegios perdidos y hoy están desolados.
Condenada en la causa Vialidad, donde la exmandataria entregaba sin escrúpulos licitaciones de grandes obras públicas a sus acólitos y entre ellos se enriquecían, tiene más delitos; entre varios, el caso del ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo José López, que terminó preso tras tratar de ocultar más de nueve millones de dólares en un convento, producto de los sobornos que le exigían a empresarios para otorgarles alguna licitación estatal.
Entre los que alzaron su voz en defensa de la ahora rea, no aparece ningún demócrata.
Nicolás Maduro, Evo Morales, Miguel Díaz-Canel, Daniel Ortega, Rafael Correa y los desestabilizadores Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla.
Ninguno de los nombrados tiene credenciales de democracia, simplemente porque pisotean los derechos de sus pueblos y detestan al poder judicial, porque con menos Justicia, es más fácil someter a sus ciudadanos.
Por eso, lo del título de este artículo: Dime quién te defiende y te diré quién eres…
