Uruguay, la segunda vuelta electoral y el voto que el alma pronuncia

Es claro que, gane quien gane el 24 de noviembre, Uruguay seguirá demostrando al mundo su compromiso con la democracia y la estabilidad política e institucional que lo caracteriza

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Por Jorge Basur.-

Uruguay se enfrenta a cuatro semanas decisivas para decidir su futuro político luego de las elecciones nacionales del último domingo. El resultado ajustado que obtuvieron los dos conglomerados, el de los partidos de izquierda por un lado (Frente Amplio) y la Coalición Republicana que lidera el Partido Nacional del presidente de la República Luis Lacalle Pou, hace que se dirima el 24 de noviembre en un balotage.   Estas semanas que restan hacia el último domingo de noviembre serán decisivas y la  capacidad de ambos candidatos, Álvaro Delgado (Coalición Republicana) y Yamandu Orsi (Frente Amplio) para captar votos fuera de sus ámbitos políticos tradicionales, sumado esto a un debate obligatorio al que deben acudir ambos candidatos, marcará el rumbo y el destino final de la campaña. Luego de conocerse los resultados primarios del domingo en ambos equipos se mostraron optimistas de obtener la victoria en noviembre y festejaron con cautela.

El final es incierto y se definirá en un electorado no cautivo que es muy volátil e impredecible.

La primera vuelta del 27 de octubre marco definidamente la existencia en Uruguay  de dos bloques políticos bien definidos que buscan afianzarse en el  país  y que rechaza las polarizaciones extremas y la violencia política. Una vez más Uruguay hace gala de su ejemplar democracia que ya lleva 40 años desde la apertura en 1984. Las elecciones se desarrollaron en la más absoluta tranquilidad, la participación fue superior al 90% de los inscriptos según datos aportados por la Corte Electoral (órgano rector de las elecciones en el país), No existieron denuncias de incidentes ni actos de violencia durante la jornada, lo que consolida una vez más la imagen internacional de estabilidad y madurez política que caracteriza a Uruguay.

En este balotaje se van a enfrentar dos candidatos con perfil moderado y de dilatada trayectoria pública, dos políticos que tienen una importante trayectoria en el país, Yamandu Orsi como dos veces Intendente de un departamento vecino a la capital Montevideo que lo consolido como figura destacada de la oposición Frente Amplio con el apoyo del ex presidente Tupamaro José “Pepe” Mujica y Álvaro Delgado, por su parte que fue senador y ocupó el cargo de secretario de la Presidencia bajo esta administración del presidente Luis Lacalle Pou,  convirtiéndose en su representante de mayor confianza. Esta elección no será una disputa entre un candidato outsider y otro del sistema, sino entre dos hombres con amplia experiencia política.

La campaña en este balotage los lleva a enfrentar un desafío mayor que es movilizar a los votantes del otro bloque o a los que votaron en blanco o anulado en la primera vuelta. Estos electores serán decisivos y tendrán la llave para definir el resultado el 24 de noviembre.

Álvaro Delgado cuenta con la ventaja de representar a un gobierno que, en general, está bien conceptuado por la mayoría de la opinión pública que le da un 50 por ciento de popularidad al presidente Luis Lacalle Pou. También a su favor la percepción es que no hay un ambiente de cambio en el país. Para Yamandu Orsi, la tarea será de convencer de que su proyecto de gobierno representa una renovación, pero sin caer en los discursos radicales populistas tan tentadores por estos días en América Latina. Todo está pronto para que ocurra lo que mejor consideren los electores.

Es claro que, gane quien gane el 24 de noviembre, Uruguay seguirá demostrando al mundo su compromiso con la democracia y la estabilidad política e institucional que lo caracteriza.