Cinco minutos después de su posesión como presidente de Colombia, Gustavo Petro dio su primera orden a las Fuerzas Militares del país: la de traer al evento público de toma de mandato la espada del libertador Simón Bolívar, que reposa en la Casa de Nariño, como símbolo fundamental de libertad durante su mandato.
Esa espada histórica que el mismo Gustavo Petro había mancillado al robarla en el pasado cuando integraba el grupo terrorista colombiano M19.
“Como presidente de Colombia, le solicito a la casa militar traer la espada de Bolívar. Una orden del mandato popular y de este mandatario”, dijo Petro.
Primero la robó y ahora quiere que sea un símbolo de libertad
“Esta espada tiene tanta historia que hoy sumará una más, de por qué se demoró en llegar a esta plaza”, dijo Petro al iniciar su discurso.
“Quiero que nunca más esté encerrada, que nunca más esté retenida, que nunca más esté envainada, que sea del pueblo”, agregó el mandatario, sin mencionar que él y su grupo guerrillero la mantuvieron secuestrada.
Inventariada desde 1924 y ornamentada con un escudo en relieve de la Gran Colombia, decoración vegetal y las tres estrellas del General Bolívar, se debe recordar que la espada que El Libertador desenvainó hasta que hubiera justicia social, permaneció guardada en una urna de la Quinta de Bolívar, en el centro de Bogotá, hasta 1974. El 17 de enero de ese año, bajo el lema ‘Bolívar, tu espada regresa a la lucha’, el M-19 la tomó y la mantuvo en su poder a lo largo de 17 años.
A propósito de este hecho, en 1988, el entonces integrante de esta organización y hoy Presidente de Colombia, Gustavo Petro, en una entrevista con el periodista Daniel Coronell, dio pistas sobre el paradero de la reliquia, cuando dijo: “La espada de Bolívar será presentada públicamente; está en Colombia y seguirá en Colombia”.
Fue así como, el 31 de enero de 1991, durante una ceremonia en la Quinta de Bolívar, luego de la firma del acuerdo de paz entre el M-19 y el gobierno colombiano, de la desmovilización y de la elección de la Asamblea Constituyente que le dio vida a la nueva Carta Política de Colombia, el M-19 devolvió la espada, la cual fue guardada en un depósito del Banco de la República y luego conducida a la Casa de Nariño, de donde, precisamente este domingo, por instrucción del Presidente Petro, el mítico emblema fue trasladado a la plaza de Bolívar, para que pudiera ser apreciado y asumido por el pueblo como un símbolo vivo de la nación.