Tanto Evo Morales, como el actual presidente de Bolivia, Luis Arce, no son juzgados por sus acciones en contra del pueblo boliviano, porque la Justicia de este país está sometida al Poder Ejecutivo, no tiene independencia y es cómplice de los desmanes del MAS, el partido político de Morales y Arce.
Evo Morales estaba inhabilitado para ser candidato en las elecciones de 2019, había perdido el referéndum de 2016, donde se consultó a la ciudadanía para cambiar la Constitución y posibilitar un nuevo mandato de Morales. El voto de la mayoría le dijo NO y de esta forma quedó fuera de las siguientes elecciones. Pero el presidente indígena, en complicidad con sus tribunales cómplices, instrumentó el fraude y desoyó el mandato popular y fue “autorizado” a volver a postularse. Jamás fue citado y tampoco imputado por el delito perpetrado.
Luis Arce, por su parte, avaló la presidencia transitoria de Jeanine Áñez y luego demostró su escasa ética, con una declaración insostenible viniendo de un profesional universitario que dijo “desconocer las leyes de su país”. Arce apeló a una explicación que más parece una burla a la inteligencia del pueblo.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, admitió que cometió un error al reconocer el mandato de su predecesora Jeanine Áñez como constitucional, generando una controversia.
“Yo no soy abogado, yo no soy constitucionalista; soy economista. A mí, como a muchos, nos han hecho creer que ése era un gobierno constitucional, pero cuando uno tiene más prolijidad… evalúa aspectos que no había tomado en consideración”, declaró Arce en una conferencia de prensa.
“Hay que reconocer que uno no es perito en todo. Yo no soy todólogo, puedo cometer errores”, agregó pero pocos le creen. Si Arce avaló y calló cuando debió impedirlo, eso lo transforma en cómplice y hoy sólo paga Jeanine Áñez con 10 años de cárcel.
Dos farsas insostenibles; la Morales y la de Arce, pero solo rinde cuentas Jeanine Áñez. Los dos primeros cuentan con el nada fiable Poder Judicial que nunca los citará a declarar por sus acciones ilegales.













