Según el programa Intrusos del canal América de Argentina, Mónica Gonzaga y su hijo Adriano Sessa, han vuelto a Uruguay, luego del escándalo de una fiesta clandestina en plena pandemia del Covid-19, cuando ese tipo de reuniones estaban prohibidas.
Adriano Sessa, fue expulsado del Uruguay y debió pagar una multa de 33 mil dólares.
Más allá de los hechos, el regreso del hijo de la actriz, no es una buena noticia porque a los uruguayos no nos interesa recibir a quienes no cumplen las normativas.
No interesa que la fiesta fuera para 20, 40 o 500 personas; lo que importa es la actitud de un extranjero que se cree dueño de pasar por encima de las disposiciones de un país que no es el suyo.
¿Por qué no se quedan en Argentina? Aquí, en lo personal, no es bienvenido y lo digo fuerte y alto.
Habrá que averiguar como se gestó el regreso de alguien que se fue expulsado por no cumplir con la normativa sanitaria.
Lo peor es que se victimizan como si tuvieran la razón. Mejor que se queden en su país
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