Lucha encarnizada por el poder en Argentina: Cristina Kirchner golpea al gobierno que ella creó

A Cristina Kirchner poco le importa la democracia, hoy ha dado muestras de su prepotencia atacando al presidente (Alberto Fernández), que ella misma impuso en ese lugar

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Cristina Fernández de Kirchner, condenada por corrupción - Foto: Senado

Por Raúl Vallarino – editor general de ICN Diario.-

Otra vez Cristina Kirchner ha vuelto a su intolerancia y a no reconocer su propios errores, obligando a sus obsecuentes seguidores- con cargos en el gobierno del presidente Alberto Fernández- a renunciar.

A la vicepresidente poco le importa la democracia, hoy ha dado muestras de su prepotencia atacando al presidente (Alberto Fernández), que ella misma impuso en ese lugar. Desesperada por el duro golpe electoral que el kirchnerismo recibió en las primarias del pasado domingo, ahora trata de dinamitar al gobierno que impulsó.

Dentro de su fragilidad, Alberto Fernández se niega a exigirles la renuncia a sus hombres de confianza como le ha ordenado Cristina Kirchner, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro de Economía, Martín Guzmán.

En realidad, Alberto Fernández tiene el bastón de mando como presidente, pero Cristina Kirchner ostenta el poder real.

A Cristina Kirchner poco y nada le importa la constitucionalidad, sólo busca salir de sus problemas judiciales que son varios y le quitan el sueño.

El reconocido periodista argentino, Alfredo Leuco, dijo sin tapujos lo que ocurre en Argentina y la debacle propiciada por Cristina Kirchner.

En su columna en Radio Mitre, bajo el título: “El golpe palaciego de Cristina”, Leuco expresó entre otros conceptos:

Lo vengo anunciando una y otra vez. Cristina en su locura autoritaria y resentimiento, optó por tirar del mantel de la democracia e intentar un golpe palaciego contra su títere, Alberto Fernández que es el presidente de la Nación.
Ella es la principal responsable de la derrota electoral, pero su soberbia y altanería no le permiten ver que el desastre que hicieron en la gestión fue el detonante de la colosal paliza electoral.
Ya lo tenían pensando desde antes y desde siempre. Si se gana, la dueña de la gloria siempre es Cristina. Y si se pierde el culpable de la derrota es Alberto. Lo anticipó el domingo con ese gesto tan despreciativo y humillante que tuvo con una perdedora como Tolosa Paz.

Los Kirchner “tratan a su propia gente como forros”

Un periodista como Alfredo Leuco, que conoce en profundidad la política de su país, agregó en su columna:
Siempre lo dije porque los Kirchner ya hicieron este tipo de perversidad anti democrática. Ponen a alguien en la cima como testaferro de su proyecto y si por algún motivo la cosa se complica lo bajan de un plumazo.
En Santa Cruz hicieron esto con Sergio Acevedo, Daniel Peralta y Carlos Sancho. Los usan porque ellos no pueden ser candidatos y después los destituyen y los reemplazan. Ese es el concepto mezquino y utilitario que tienen de la política: use y tire.
Tratan a su propia gente como forros. Por eso siempre dije que Cristina es la persona que más daño le produjo a la democracia y la que mas daño le puede seguir haciendo.

La opinión de los opositores

Por su parte, la exministra de Seguridad del anterior gobierno, Patricia Bullrich ha declarado sobre la estrepitosa caída del peronismo en las elecciones primarias: “Lo primero que deberían preguntarse es qué les pasa con la sociedad que han perdido ese piso histórico. Segundo, en el peronismo, en vez de fortalecer a su gobierno en una situación como esta, se están queriendo comer entre ellos. La responsabilidad de la gobernabilidad de su gobierno es de ellos”.

La dirigente opositora  Elisa Carrió, en una entrevista este miércoles en el canal TN, se refirió a  Cristina Kirchner y señaló que “cuando un vice hace esto, lo que comete es un golpe de estado contra el Presidente”, aseveró puntualizando que “esta renuncia es querer separarse de la derrota de Alberto Fernández, que es su derrota”, la de la vicepresidente.

Hoy, Cristina Kirchner, en su desvarío, se quiere cargar al monstruo que ella misma creó. La democracia y la estabilidad del país poco y nada le importan, mientras el presidente trata de resistir los embates internos y nadie sabe si logrará.