El Papa argentino, Jorge Bergoglio, genera controversias y las alimenta con sus acciones que para muchos son inexplicables.
A mediados de este mes de enero, el Vaticano rechazó al nuevo embajador de Argentina, Luis Bellando por ser un hombre divorciado.
Entonces el diplomático que pensaba enviar el kirchnerismo se quedó sin la Santa Sede.
Pasaron pocos días y el mandatario argentino, Alberto Fernández, viajó a Roma para entrevistarse con el santo padre y allí Francisco no tuvo problema en recibirlo, a pesar que el peronista llegó a la cita acompañado por su concubina, Fabiola Yañez, que sin pasar por el registro civil y la iglesia, conviven como pareja. Una primera dama virtual.
Pero eso no es todo, el sumo pontífice los recibió con sonrisas algo que no hizo con otros presidentes (Macri y Trump) que al no ser de su misma ideología, se mostró en las fotografías con gesto serio y el ceño fruncido.
Tampoco pareció importarle al Papa que Fernández anunció a viva voz: “Voy a mandar (al Congreso) una ley que termine con la penalización del aborto”, mientras desde el Vaticano se instrumentan acciones en contra de la interrupción provocada del embarazo.
Para confirmar sus intenciones, Alberto Fernández, afirmó este jueves en Francia que que enviará al Congreso “una ley que termine con la penalización del aborto y que permita la atención de cualquier aborto en los centros de salud pública”, al responder preguntas de estudiantes del Instituto de Estudios Políticos de París, donde brindó una conferencia magistral, en el marco de su gira por Europa.
El Papa, otra vez, nada dice…
