Este sábado se realiza la segunda etapa del tradicional Desfile de Llamadas, un fiesta del Carnaval uruguayo, considerado el más largo del mundo.
En la segunda mitad del siglo XVIII el Puerto de Montevideo era la única vía de entrada de africanos esclavizados hacia el Virreinato del Río de la Plata. A fines de siglo, el 35% de la población era de descendencia africana. En sus horas de libertad recreaban ritos de su antigua tierra.
En las calles de los populares barrios Sur y Palermo de la capital Montevideo, se dan cita los comparsas lubolas que desfilan al compás del tambor, con sus bailarines y los personajes que recuerdan a esos africanos que llegaron al país.
La alegoría recrea a los tradicionales personajes de las lavanderas, cocineras, malevos y botijas, sumado a las clásicas milongas que se realizaban en los conventillos.
Este espectáculo abre los desfiles oficiales de Carnaval y también los corsos barriales que se desarrollarán durante febrero.
El Carnaval se festeja desde tiempos de la Colonia. Los conquistadores trajeron tradiciones y festejos cristianos y paganos. El Carnaval vino en sus equipajes como exaltación de la carne y tributo a los míticos festejos saturnales de la antigua Roma o las bacanales de la antigua Grecia.












