Hay algo que desde ciertos sectores de la izquierda no se soporta: la gente en la calle, descontenta y reclamando por yerros de su gobierno.
Y eso es lo qué pasó en Montevideo con millares de ciudadanos movilizándose día a día por lo que entendieron un atropello del gobierno de Vázquez de cobijar una iniciativa de López Mena, para hacerse de dos estratégicos predios en la cinta costera en que construiría una terminal de pasajeros, hotel y otras explotaciones comerciales.
Hace más de dos años López Mena con el guiño del gobierno presentó ese proyecto de inversión y sus fogoneros fueron los ministros Rossi y Kechichiam, a los que se sumaron luego la vice presidente Topolansky y el intendente Martinez.
En el senado, cual coro de ángeles, la iniciativa fue arrullada con los votos de toda la izquierda y del opositor Partido Nacional.
Solo el partido Colorado y el partido Independiente se opusieron al proyecto.
Pero en diputados el viento se puso de frente y los partidos comunista, socialista y el sector Casa Grande, todos bancada oficialista, adelantaron que no votarían el proyecto y que se negaban a la venta de los bienes.
Es que el clamor de las fuerzas vivas se hizo sentir cuando constataron que solo faltaba la aprobación en Diputados para tal enajenación y a que no se conocían detalles de las obras y el respeto de cómo los montevideanos podrían disfrutar de ese hermoso espacio público, por lo que los diputados de gobierno metieron la marcha atrás y sugirieron una concesión a largo plazo, como es norma.
A todo esto el Partido Nacional miraba para otro lado y López Mena, apostando al apoyo del Poder Ejecutivo, atizó el fuego anunciando que si no le vendían los predios el proyecto no se hacía.
El pueblo seguía con su movilización ahora acompañados por técnicos en medio ambiente, urbanistas y de arquitectos que ayudaron a conocer las flaquezas e inconsistencias de la iniciativa.
Es por ello que el Presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, días atrás anunció que no estaban dadas las condiciones para votar el proyecto en Diputados, por lo que le dio sepultura oficial.
Es obvio que gobierno y senadores oficialistas quedaron colorados de cara por el portazo de sus propios diputados y el partido Nacional salpicado por su voto en el senado a un proyecto inconsistente, que nunca defendió.
A todo esto tampoco es ajeno que la gente no olvida los antecedentes de López Mena en el escándalo del remate de los aviones de Pluna, en que junto al gobierno de Mujica armaron un lío escandaloso con bienes públicos que se llevaron puestos al Ministro de Economía y presidente del estatal Banco de la Republica, de entonces.
Muchos aplicaron al caso el viejo refrán de que quien se quema con leche luego ve la vaca y llora.
Intactas la memoria del pueblo y la marcha atrás de la izquierda gobernante.
Vox populi, vox dei.













