La empresa propietaria del frigorífico Las Moras (ubicado cerca de La Paz, Canelones, Uruguay) ha decidido presentar recurso judicial de amparo pidiendo el desalojo de la planta cárnica ocupada desde la semana pasada por algunos de sus trabajadores; no todos. Los sindicalizados impiden el ingreso de su propietaria y de los empleados que no están de acuerdo con la ocupación y quieren trabajar.
La pregunta surge sola: ¿Quién va a querer invertir en Uruguay, si los sindicatos, en muchos casos minoritarios, se imponen a la decisión de la mayoría y cortan las fuentes de trabajo?, dice un trabajador
Fuentes cercanas a la empresa dijeron a El País que desde mediados de la semana pasada no se puede retirar mercadería de las cámaras y que un equipo de 20 integrantes de una “cuadrilla kosher” (como se denomina a quienes vienen de Israel a verificar que los cortes de carne vacuna en los frigoríficos se realicen de acuerdo con los requerimientos de la religión judía) debió irse de Uruguay tras esperar varios días para realizar su tarea. Desde el miércoles la empresa no ha podido realizar la faena.
La propietaria del frigorífico Las Moras dijo que para el Estado yo soy solo importante al momento de pagar impuestos, pero al momento de que se respeten mis derechos de trabajo y generar fondos suficientes para hacer frente a las responsabilidades estoy Sola, no hay nadie, señaló
En el frigorífico “Las Moras” trabajan habitualmente unas 370 personas y, según las fuentes, las personas que están ocupando son pocas. Un grupo de trabajadores, sindicalizados y no sindicalizados, que quiere reintegrarse a sus tareas juntó unas 200 firmas para pedir que quedara sin efecto la medida sindical.
La medida de impedir la entrada a quienes quieren trabajar, es considerada inconstitucional para las leyes de Uruguay.













