“Para ser un hombre de Estado, primero debes ser elegido”– James William Fulbright-
Para empezar: No entiendo la ley española que permite que quien pierde en las urnas pueda ganar en el Congreso de los Diputados. Parece un despropósito que partidos totalmente opuestos en sus ideas, con sufragios insuficientes cada uno para formar Gobierno, se unan para desplazar a quien votó la mayoría de los ciudadanos.
La mayoría pierde ante los menos y eso no es lo que el pueblo decidió con su voto. Puede ser legal porque lo ampara la Constitución, pero de ninguna manera es justo con los ciudadanos que quieren otra cosa.
De esta manera con votos del PSOE y de independentistas, presuntos enemigos entre si y cuyas ideas están en la antípodas, se forma un nuevo gobierno con un personaje -Pedro Sánchez- que ni siquiera tiene el respaldo de la gran mayoría de los votantes socialistas y que perdió no una, sino dos elecciones generales consecutivas (2015-2016) en forma deshonrosa dejando al Partido Socialista con una magra bancada de tan solo 84 escaños en el Congreso, un récord histórico.
Tampoco entiendo a Pedro Sánchez, habla de la corrupción de otros, pero no asume las del PSOE; explica la regeneración que debe emprender el PP, pero coloca en su Gobierno “okupa”, a viejas caras del desgobierno de Zapatero, copartícipes del desastre que dejó en España el anterior presidente socialista con más de cinco millones de parados.
Pedro Sánchez habla de rectitud y másteres universitarios falsos de otros políticos, pero no aclara su misteriosa tesis doctoral, otorgada cuando justamente su compañero socialista Rafael Cortés Elvira, ejercía como rector de esa universidad privada de Madrid donde Pedro Sánchez, estaba contratado como docente y a la vez obtenía el doctorado con estilo “todo en casa”.
En su currículum en el portal del PSOE, Pedro Sánchez, dice haber sido jefe de gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia durante la Guerra de Kosovo (1999), pero no es tal, como también asegura poseer un extraño máster inexistente del IESE.
Hay un revelador artículo de OKDIARIO que bajo el título: “Sánchez también falseó su currículum: no tiene un máster del IESE ni fue jefe de gabinete en la ONU” , expresa que “Desde que tomó posesión, al nuevo presidente del Gobierno se le ha ‘caído’ un presunto máster por el instituto privado IESE, del que presumía en otros sitios oficiales, y que no era tal sino un título de postgrado que no tiene esa consideración.
Además, ha pasado de ser “jefe de gabinete” del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia durante la Guerra de Kosovo (1999) -como afirma en su curriculum oficial del PSOE- a, simplemente, “miembro del gabinete”.
En el portal del Gobierno español, esas dos referencias han desaparecido, ya no menciona su “máster” del IESE y deja de ser jefe de gabinete de la ONU en Kósovo para ser simplemente “miembro del gabinete”.
Sin haber pasado por las urnas, hoy gobierna España, por eso lo del título: ¿Hay un ‘okupa’ en La Moncloa?.
Los dos curriculums de Sánchez
