Patxi López el exlehendakari que gracias al pacto con el Partido Popular pudo gobernar en el País Vasco, es de frágil memoria y ha sido, junto a Pedro Sánchez, un férreo defensor de no darle gobernabilidad al PP con la abstención en el Congreso de los Diputados.
López no recuerda sus expresiones en 2009 cuando hablaba del pacto con el PP vasco que le permitiría gobernar. “El pacto con el PP tiene fortaleza y se mantendrá toda la legislatura”, aseguraba y luego en un artículo periodístico con motivo de los tres primeros meses del Gobierno vasco, López quiso “agradecer y destacar” la “actitud responsable” del PP, que permitió alcanzar el acuerdo de bases “para el cambio democrático de la sociedad vasca”, que “goza de buena salud y tiene vocación de durar”.
Cuando ya nadie hablaba de él, Pedro Sánchez lo rescató del olvido y lo llevó a su lado, incluso llegó a presidir en forma efímera el Congreso en el fracasado intento del PSOE de formar gobierno apoyado por Ciudadanos y Podemos y ya sabemos como terminó todo.
En ese intento de “volver a vivir” y resurgir entre las cenizas, creyó que su pasado se había olvidado y hoy pretende ser el referente de un programa para renovar el partido.
¿Es que el PSOE, no tiene sangre nueva para liderar la renovación? Pensar en que Patxi López puede regenerar a la formación socialista, es retroceder en forma lastimosa. Su tiempo ya fue, deben escucharse voces jóvenes de renovación. Tanto López como Sánchez son parte del pasado. Ambos fracasaron y deben – por el bien del PSOE – dar un paso al costado.
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