No es normal. Maduro habla con un pájaro que asegura es Hugo Chávez y que le da consejos. Ahora Diosdado Cabello, el dos del chavismo, que pedía a viva voz que se impidiera la entrada a Caracas del político español Albert Rivera, revela que él ha imaginado lo que pudo haber hecho el difunto Chávez en este caso y resolvió que el ex jefe de Estado le habría permitido la entrada al país y en consecuencia se le autorizó a ingresar a Venezuela.
Dos gobernantes que no deciden por ellos; recurren peligrosamente a la imaginación para justificar, lo injustificable. ¡Así le va al país!
Los atropellos constantes los quieren ‘legalizar’ apelando a lo que habría hecho Chávez. Ni una junta de psiquiatras los avalaría.
En sus peligrosos delirios- Maduro y Cabello- aseguran que existe una campaña contra la Revolución bolivariana, cuando en realidad son ellos quienes atentan contra el pueblo venezolano, con la destrucción sistemática de la democracia.
Para ello cuentan con la complicidad del terrorífico Tribunal Supremo de Justicia, comandado por la mayor violadora de la Constitución de Venezuela, Gladys Gutiérrez Alvarado, la presidenta de ese engendro judicial, que ya se ha transformado en una clara “asociación para delinquir”, por la violación diaria de las leyes, anulando todo lo que la Asamblea Nacional legisla.
La última “hazaña” del desprestigiado Tribunal Supremo, ha sido validar que el presidente venezolano puede tener doble nacionalidad, reconociendo de esta manera que Maduro nació en Colombia.
El Artículo 227 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela expresa textualmente lo siguiente: “Para ser elegido Presidente o Presidenta de la República se requiere ser venezolano o venezolana por nacimiento, no poseer otra nacionalidad, ser mayor de treinta años, de estado seglar y no estar sometido o sometida a condena mediante sentencia definitivamente firme y cumplir con los demás requisitos establecidos en esta Constitución”.