
El presidente de Bolivia, Evo Morales solicitó disolver La Administración para el Control de Drogas de EE.UU (DEA), agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos dedicada a la lucha contra el contrabando y el consumo de drogas en la nación norteamericana, ya que considera que es una muestra del fracaso de las políticas y estrategias en contra del narcotráfico en el mundo.
“Pido a esta Asamblea que asumamos acciones concretas para liberarnos del problema de las drogas con pretexto de dominación, disolver la DEA, cerrar las bases militares norteamericanas, acabar con el intervencionismo, la certificación unilateral, aprobar una resolución para terminar de una vez por todas con el secreto bancario”, manifestó.
Las declaraciones las realizó el jefe de Estado en el marco de su participación en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), donde planteó la necesidad de un debate amplio y diverso para resolver la problemática de las drogas basado en la realidad de cada país, en el marco de soberanía y el derecho interno de los Estados y sin ningún tipo de intervencionismo externo.
En esta línea el Mandatario suramericano argumentó que Estados Unidos no tiene ninguna razón moral para establecer políticas contra las drogas, ya que su estrategia no ha logrado reducir la importante demanda de este tipo de sustancias que proviene de la nación norteamericana, uno de los principales consumidores del mundo.
“Con qué moral Estados Unidos certifica o descertifica a los países, si sabemos que no se hace ninguna acción para reducir esta demanda, más cuando el mayor número de consumidores está en este país”, manifestó.
Ante esto especificó que la economía ilegal generada por el narcotráfico mantiene una expansión progresiva que llegó, en 2013, a $us 330.000 millones en contraposición a los $us 100.000 millones que se destina al sistema de control de drogas.









