Ex preso de Guantánamo que trajo Mujica, usará tobillera electrónica por maltrato de género

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Abdul Bin Mohammed Abis Ourey, debe usar tobillera electrónica (Foto ICN Diario)
Abdul Bin Mohammed Abis Ourey, debe usar tobillera electrónica (Foto ICN Diario)
La Justicia de Uruguay dispuso que el ex preso de Guantánamo Adel Bin Muhammad, que llegó a este país traído por el gobierno de José Mujica, debe usar obligatoriamente una tobillera electrónica para controlar sus desplazamientos por Montevideo, ante las denuncias de su esposa, la uruguaya Roma Blanco, quien lo denunció por violencia doméstica.
Según contó la mujer a El País, el ex guantánamo la sometía constantemente a golpes y a “agresiones verbales de todo tipo”. El agravante de la situación es que Roma Blanco, está embarazada y espera en las próximas semanas dar a luz.
La víctima aseguró que el tunecino quería sacarle el bebé ni bien naciera, “porque es nena, ellos en su religión lo toman como si fuera una ofensa”.
El exrecluso de Guantánamo se había casado simbólicamente en junio de 2015 con Roma Blanco, quien en su momento adoptó el nombre de Samira. El uso de la tobillera por 90 días permitirá saber si el refugiado se acerca a la ex esposa, mientras que otro aparato le anuncia a la víctima la presencia cercana del denunciado.
Otro caso de violencia de otro ex recluso de Guantánamo
Irina Posadas, la uruguaya que adoptó el nombre de Fátima vivía en pareja con Omar Faraj, otro expreso de Guantánamo, al que denunció por maltrato. La Justicia estudia el caso y el Ministerio del Interior dispuso que la mujer fuera custodiada las 24 horas del día, mientras se espera que el juez resuelva para que también se le asigne una tobillera electrónica a Faraj.
La situación de los ex Guantánamo en Uruguay
El gobierno del expresidente José Mujica, llevó a Uruguay a seis presos de Guantánamo y los problemas son cada vez resonantes. Primero con los reclamos de los exreclusos que exigieron un salario y casas independientes para cada uno e incluso realizaron una protesta de varios días frente a la embajada de EEUU en Montevideo para que se atendieran sus exigencias.
El gobierno uruguayo paga todo; ayuda económica y viviendas independientes y se hará cargo de la llegada de las familias de estos refugiados. Uno de ellos amenaza con volver a las protestas en la embajada norteamericana si no llegan a la brevedad sus parientes.