Por José L. Rondán.-
El Comandante Facundo, léase José Mujica Cordano, rechazó tajantemente, a través del movimiento por él fundado, el M.P.P. Movimiento de Participación Popular, la carta enviada al Consejo Nacional Electoral venezolano por parte de su otrora Teniente y hoy Secretario General de la O.E.A. Almagro, quien como todos sabemos, y haciéndose eco de su nueva responsabilidad, llamó la atención de las autoridades venezolanas y de la comunidad internacional toda, acerca de la forma en como la deteriorada institucionalidad de ese país, encara las parlamentarias del próximo 6 de diciembre, avasallando, imponiendo, denostando y lo más grave, excluyendo y manteniendo a políticos opositores presos tras falaces acusaciones, cuyo tenor ha salido a la luz pública a través de los propios operadores judiciales arrepentidos de la trama urdida desde el poder.
Ante la carta de dieciocho páginas enviada a Venezuela y considerada por algunos referentes políticos uruguayos (tanto de la izquierda como de la derecha), como muy acertada, formidable, muy ponderable, etc. el movimiento de izquierda (M.P.P.), quien como hemos visto en estos pocos meses que lleva de gobierno el Frente Amplio, ha manifestado su intención de seguir encaramado en el poder, pretendiendo digitar y manejar al nuevo mandatario socialista, el Dr. Vázquez, anulando el accionar de los partidos de la oposición en virtud de haberse erigido ellos mismos en los máximos opositores de su propio partido, alzó su voz para respaldar al dictador, al reyezuelo incapaz que como si de un bus mal conducido se tratara, no para de chocar a Venezuela, y con ella a su pueblo, desoyendo la voz del pajarico que le dice que va en bajada y sin frenos.
Ante esta resolución del M.P.P., uno no puede menos que preguntarse acerca del por qué de esta tozuda actitud de disentir, de tratar de seguir veredas diferentes, exponiendo a su fuerza política ante los opositores y ante la gente en general, ya que pertenecen supuestamente a la misma fuerza política y los amalgama, aparte de una idea común, un programa de gobierno común y una misma visión de país.
¡Patrañas! ¡Mentiras!… Todo fue para seguir en el Gobierno y punto, pues lo demuestran a cada paso, tan diferentes como el agua y el aceite.
Acá entra a tallar la historia que nos dice que aunque yo pinte a un caballo a rayas, no empieza a ser cebra, aunque lo parezca, seguirá siendo un caballo, pero pintado, y si en tiempos de democracia osaron tomar las armas, atacar, matar, secuestrar, legándonos graciosamente una brutal dictadura, no podemos creer que hoy actúen diferente para con su aparentemente misma fuerza, que no lo es, y sabemos perfectamente que la unión sobrevino únicamente para seguir en el podio, pero nada más, es decir, juntos….pero no entreverados; parecidos….pero no iguales.
Después me pongo a pensar, como no alinearse ante la protesta por el deterioro social y político del país hermano, por los presos políticos, por la injusticia y cercenamiento de derechos y sobre todo cuando la carta proviene de uno de los suyos, y no puedo menos que caer en la cuenta que es lógico que haya una airada protesta por la carta, si la misma fue dirigida denunciando al sistema político al cual pertenece el ejército del cual justamente Facundo (Pepe Mujica), forma parte, o al menos parece y así lo dicen las fotos del ex mandatario, el cual siendo Presidente de todos los uruguayos, no tuvo problemas de vestir el uniforme de otro ejército.
Así las cosas, según ellos no debiéramos emitir opiniones acerca de la realidad de otros países, no debiéramos fijar posición; pero es muy difícil no hacerlo cuando la realidad te golpea, por lo que también se me da por pensar que actitud hubiera tomado el Gobierno si los ataques del Isis a los aviones de pasajeros rusos o a los ciudadanos franceses en Paris, los cuales dejaron cientos de muertos, hubieran ocurrido dos años atrás, durante el Gobierno de Mujica, ya que esa misma izquierda denostó al canciller cuando emitió hace unos días una posición oficial al respecto.
Como te digo una cosa, te digo otra….
Opinión
