Durante la operación en España se han efectuado diez registros domiciliarios (4 en Córdoba, 4 en Zaragoza, 1 en Málaga y 1 en Madrid), donde los agentes han intervenido gran cantidad de documentación en soporte físico e informático, relacionada con los delitos investigados, así como 11500 euros en efectivo.
Las investigaciones son fruto de las estrechas relaciones y los fluidos canales de comunicación existentes entre la Guardia Civil y Cuerpos de Seguridad de otros Estados.
A través de dichos canales, a primeros de año, Autoridades de la República de Panamá comunicaron a la Guardia Civil la detección en ese País de una organización delictiva dirigida desde España, que sistemáticamente estaría dedicándose, a entre otros delitos, al blanqueo de capitales y a la falsificación de documentos mercantiles.
Modus operandi
La organización dirigida desde España, utilizando testaferros, había creado un entramado empresarial, para abrir multitud de cuentas bancarias con la finalidad de proveerse de datafonos de bancos españoles, que posteriormente trasladaban a Panamá donde la red en ese País los utilizaba en una modalidad defraudatoria conocida como “RASPADO DE TARJEAS CADIVI”.
“Raspado de tarjetas Cadivi”
En la actualidad en Venezuela existen unos procedimientos para el cambio de bolívares a otras divisas internacionales, permitiendo a los ciudadanos adquirir esas divisas para realizar viajes al extranjero, hasta el equivalente de 3.000 dólares americanos por año. Para ello, el gobierno venezolano les facilita unas tarjetas denominadas CADIVI con dicho crédito a un cambio preferencial de 6,30 bolívares por dólar. En el mercado negro, este cambio podría elevarse a los 185 bolívares por dólar.
La red desmantelada, a través de los datafonos o TPV (Terminales Punto de Venta) en su poder, realizaban operaciones ficticias, cargando gastos a tarjetas de los ciudadanos venezolanos; de esta manera los propietarios de las tarjetas obtenían los justificantes falsos que a su ficticio regreso del viaje, entregaban como justificante de haber viajado al extranjero.
Con esta operativa, tanto la red como los propietarios de las tarjetas, conseguían grandes beneficios, ya que, una vez justificados los gastos por la red a cambio de una comisión, el ciudadano propietario de la tarjeta CADIVI, percibía los dólares que podía cambiar en el mercado negro con gran beneficio.
La investigación en España, dirigida por el Juzgado de Instrucción núm. SIETE de Zaragoza, ha sido llevada a cabo por el Grupo de Blanqueo de Capitales de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en colaboración con las policías de Panamá y Venezuela.