
¿Qué imagen le queda de su presidencia?
-Mi Presidencia ha estado dominada por la crisis de la zona euro, que hemos logrado estabilizar con mucho esfuerzo. Imagine que no lo hubiéramos conseguido: no tendríamos estancamiento, sino una depresión como en los años 30. Hemos logrado evitar una auténtica catástrofe. Ha sido un esfuerzo colectivo de las instituciones y de los Estados de la Unión Europea.
Los pasados jueves 23 y viernes 24 de octubre, también alcanzamos un acuerdo sobre el clima para reducir un 40 por ciento las emisiones de gases con efecto invernadero en 2030 con respecto a 1990. Hemos cumplido todos los objetivos previos y ahora somos más ambiciosos. Somos una vez más los líderes globales en esta cuestión.
¿Cuáles son los principales desafíos para los próximos años?
-Tenemos que hacer cuanto sea necesario para restaurar el crecimiento económico y el empleo. Ya hemos hecho mucho, pero no se han producido suficientes resultados, de modo que debemos redoblar nuestros esfuerzos.
También está la crisis en Ucrania. Es negativo que las fronteras se alteren de manera unilateral, porque las fronteras garantizan la paz. Deberíamos ver en Europa cómo podemos contribuir a la paz y a restaurar la estabilidad en la zona y, al mismo tiempo, respetar la voluntad del pueblo ucraniano que desea estrechar sus vínculos con la Unión Europea.
Otro desafío será la posición de Reino Unido en la Unión Europea tras las próximas elecciones allí. Ver cómo podemos contribuir, pero no a cualquier precio, a que este país permanezca en la Unión. Deben desearlo y fijar condiciones que nos resulten aceptables. De todos modos, la intención es, y creo que también es la de los dirigentes británicos, mantener a Reino Unido en la Unión Europea.
¿Cómo deben responder al euroescepticismo las instituciones europeas?
-Los resultados dicen más que las palabras y las declaraciones. Deberíamos convencer a los ciudadanos europeos de las ventajas que la Unión Europea genera desde el punto de vista de la prosperidad, el crecimiento económico y el empleo.
También deberíamos mejorar nuestra manera de hablar a la gente. Es inaceptable participar en la toma de decisiones en Bruselas, pero culpar a la Unión Europea de todas las decisiones impopulares en cuanto estás de vuelta en tu país. Crea una imagen negativa de la Unión Europea.
¿Cuáles son sus proyectos a partir de ahora?
-Mi carrera política terminará el 1 de diciembre, lo que me dejará tiempo para otras actividades que había dejado de lado. Enseñaré en Lovaina la Nueva en francés y en el Colegio de Europa en inglés. También pronunciaré discursos sobre temas que me interesen. Lo estoy deseando pero, por supuesto, también echaré de menos mi trayectoria política en Bélgica y en Europa. Estoy muy agradecido de que se me haya permitido asumir este papel.
Fuente: PE












