Somos bastante quinceemeras y tenemos dos líneas de trabajo principales: en primer lugar, evitar que toda la información que llega sobre España a Uruguay sea mediante los canales de propaganda del gobierno. En segundo lugar, apoyarnos mutuamente para que la experiencia migratoria sea lo más fluída posible”.
Hasta allí, todo es aceptable lo que no puede entenderse es que se entrometan en asuntos internos de los uruguayos, para lo que no están habilitados y menos cuestionar las decisiones democráticas que se ejercen a través del voto popular.
En Uruguay hay libertad de manifestación y en el escrache que realizaron al expresidente de su país, Rodríguez Zapatero, están en su derecho, mientras no haya violencia.
Lo que no tienen derecho es a entrometerse donde no les corresponde. En un artículo de su web en referencia a la visita de Zapatero, entran en un terreno inaceptable al juzgar a uruguayos por su ideología política: “El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha estado esta semana de visita en Uruguay para participar en unas conferencias sobre seguridad pública organizadas por la Fundación Propuestas, una institución vinculada al Partido Colorado cuyo líder es, ni más ni menos, el hijo del que fue dictador del país latinoamericano. Este hecho nos da una idea de la naturaleza del evento, y nos permite constatar que los lazos del socialismo español con la derecha no sólo se reducen a España y Europa”, dicen desde Marea Granate.
Los uruguayos podemos disentir o no con cualquier candidato nuestro, pero los españoles de este colectivo de migrantes escriben sobre quien invitó a Zapatero a las charlas en Uruguay: “…el hijo del que fue dictador del país latinoamericano. Este hecho nos da una idea de la naturaleza del evento…”, señalan, pasando por alto que este político uruguayo fue votado en elecciones democráticas por miles de ciudadanos que le llevaron a ser senador nacional y esto termina siendo una ofensa a la libre decisión de los uruguayos.
Marea Granate también expone en su web:
“Durante estas charlas, ZP ha pretendido mostrarle al pueblo uruguayo los “éxitos” de su política de seguridad, destacando la disminución de la reincidencia y la alta tasa de reinserción social, fruto según él de la baja en la edad de imputabilidad penal de los 21 a los 18 años, entre otros factores. Las declaraciones del ex presidente se producen en medio de un agitado debate en Uruguay, en el que la derecha ha propuesto bajar la edad de imputabilidad de los 18 a los 16 años de cara a las próximas elecciones de octubre, provocando una contundente respuesta entre el resto de partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, que se han posicionado en contra y organizado en torno al lema ‘NO A LA BAJA’. Dirigentes del propio PS uruguayo han acusado a Zapatero de ‘hacerle el juego a la derecha’ al venir a apoyar la medida propuesta por blancos y colorados, y de incidir en su contra en plena campaña electoral. Un gesto muy torpe al que, desde luego, estamos acostumbrados los españoles que sufrimos su gestión política”.
Con estas apreciaciones sobre la “derecha” uruguaya, Marea Granate también al igual que Zapatero, se entromete donde no les corresponde.
Los uruguayos decidimos las cosas entre nosotros, no necesitamos al expresidente de España ni a Marea Granate, para saber lo que tenemos que hacer. Las apreciaciones sobre políticos de Uruguay, sean de derechas de izquierdas o de lo que sea, están demás por parte de extranjeros.
R.C. Gómez
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