Como una dura derrota electoral califican los propios socialistas los resultados de la segunda vuelta de las elecciones municipales en Francia, donde el partido del presidente François Hollande ha perdido en varias ciudades que han quedado ahora en manos de candidatos centroderechistas, como también Marine Le Pen, de la extrema derecha.
Con el 40,57% de los sufragios los socialistas logran conservar París, ante el 45,91% de los partidos de derechas que se quedan con varios bastiones de la izquierda, entre las que se encuentran Bastia, Toulouse, Ajaccio, Pau, Tours, Angers, Reims, Saint-Ettiene y Quimper.
El Primer Ministro de Francia, Jean-Marc Ayrault, admitió la derrota y expresó que:
“Esta noche es un momento de la verdad y lo digo sin rodeos. La votación en el nivel local y nacional es una derrota para el gobierno y para la mayoría. El nivel de abstención en la primera, como la segunda vuelta estuvo marcada por la desafección de una parte significativa de los que han confiado en nosotros en mayo y junio de 2012. Felicito a aquellos que fueron elegidos, tengo un pensamiento para los que no fueron reelegidos y que, durante seis años, sirvieron a sus conciudadanos con dedicación”.
El ministro concluyó que “El Presidente de la República sacará lecciones de esta elección, y lo hará en el interés de Francia. Esta noche es el interés de Francia que debe ser preocupación de todos y cada uno de nosotros”.









