Se espera que las remesas hacia el mundo en desarrollo aumenten en 6,3% este año, para llegar a US$414.000 millones, y que en 2016 superen el medio billón, indican las estimaciones y proyecciones actualizadas publicadas hoy por el Banco Mundial.
India y China representarán casi un tercio del total de las transferencias hacia los países en desarrollo este año. Este volumen seguirá incrementándose fuertemente a mediano plazo, a una tasa de crecimiento anual promedio de 9%, hasta alcanzar los US$540.000 millones en 2016.
Según la reseña sobre migración y desarrollo del Banco, se proyecta que las remesas mundiales, incluidas las que se envían hacia países de ingresos altos, sumarán US$550.000 millones este año, para llegar a una cifra récord de US$707.000 en 2016.
Las estimaciones reflejan los últimos cambios en la clasificación de países del Grupo del Banco Mundial, donde varios receptores de abultadas remesas, como Rusia, Letonia, Lituania y Uruguay, dejaron de ser considerados países en desarrollo1. Además, los datos sobre las transferencias también muestran las modificaciones a la definición del término hechas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde hoy se excluyen algunas transferencias de capital con el consiguiente efecto en las cifras de unos pocos países en desarrollo grandes, como Brasil.
“Estas estimaciones recientes muestran el poder de las remesas. Para un país como Tayikistán, constituyen la mitad del PIB, mientras que en Bangladesh, proveen protección esencial contra la pobreza. En términos de volumen, India –con US$71.000 millones– es líder en el panorama mundial. Para ponerlo en perspectiva, la cifra casi triplica la inversión extranjera directa (IED) que el país recibió en 2012. Estos envíos de dinero actúan como importante contrapeso cuando se reducen las afluencias de capital, como sucedió luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos anunciara su intento de frenar el programa de inyección de liquidez. Por otra parte, cuando la moneda de un país se debilita, las remesas entrantes aumentan y, en ese sentido, actúan como estabilizador automático”, señaló Kaushik Basu, vicepresidente superior y economista en jefe del Banco Mundial.
Los principales receptores de remesas registradas oficialmente en 2013 son India (con aproximadamente US$71.000 millones), China (US$60.000 millones), Filipinas (US$26.000 millones), México (US$22.000 millones), Nigeria (US$21.000 millones) y Egipto (US$20.000 millones). Otros países destinatarios importantes son Pakistán, Bangladesh, Viet Nam y Ucrania.
Como porcentaje del PIB, los principales receptores en 2012 fueron Tayikistán (48%), República Kirguisa (31%), Lesotho y Nepal (25% cada uno) y Moldova (24%).
Los envíos han aumentado de manera sólida en todas las regiones, salvo en América Latina y el Caribe, donde su crecimiento aminoró el ritmo debido al debilitamiento económico de Estados Unidos.
“Las remesas son el vínculo más concreto y menos controvertido entre migración y desarrollo”, sostuvo Dilip Ratha, gerente del equipo de migración y remesas del Grupo de Perspectivas del Desarrollo del Banco. “Las autoridades pueden hacer mucho más para potenciar el impacto positivo de las remesas, ya sea disminuyendo su costo o aumentando la productividad, tanto para el individuo como para el país receptor”.












