El Papa Francisco y la carta que debió haber escrito antes

Algunos cuestionamientos del Papa Francisco resultan contradictorios, ha criticado la corrupción pero no cesa de recibir a políticos que son acusados de corruptos y han sido procesados, como el ex secretario de Comercio Exterior del gobierno de Cristina Kirchner, Guillermo Moreno, procesado por abuso de autoridad; la dirigente kirchnerista Milagro Sala, procesada por amenazas y daños y espera sentencia por el manejo irregular de fondos otorgados para obras sociales en Jujuy, con los cuales se habría enriquecido en forma ilícita.
Y así lo ha hecho con otros personajes impresentables del kirchnerismo
Francisco ha sido tolerante en demasía con Cristina Kirchner a la que ha colmado de halagos, recibiéndola una y otra vez en el Vaticano, siempre que a la exmandataria se le ocurría ir a verle y poniendo- según el precepto bíblico- la otra mejilla, al olvidarse los desplantes de Cristina en épocas en las que Bergoglio era cardenal en Argentina y la entonces presidenta lo hacía esperar por horas en la antesala de su despacho en la Casa Rosada, para luego hacerle anunciar que no podía recibirlo.
Ahora Francisco, como no lo hizo durante el gobierno del kirchnerismo, critica el desempleo en Argentina. Que es justo reconocer existe, pero también existía antes, durante los mandatos de Néstor y Cristina Kirchner.
Hoy, en una carta que ha enviado al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo el Papa crítica la falta empleo en Argentina, en momentos “en los cuales los índices de desocupación son significativamente altos” acusa el sumo pontífice.
“Dentro de pocos días celebramos la fiesta de San Cayetano. Por medio tuyo quiero hacer llegar mi saludo y bendición a tantos hombres y mujeres que se congregarán en los diversos templos del país dedicados al Santo para pedir pan y trabajo o para agradecer el hecho de que no les falte”, dice Francisco en su misiva.
“La misa en el Santuario de Liniers y luego el recorrido de la cola de la gente hasta el estadio de Vélez. Saludar, escuchar, acompañar la fe de ese pueblo sencillo y tantas veces, ante la angustia de hombres y mujeres que quieren y buscan trabajo y no encuentran, sólo atinaba a un apretón de manos, una caricia, mirar esos ojos humedecidos de dolor, y llorar dentro. Llorar sí, porque es duro cruzar tu vida con un padre de familia que quiere trabajar y no tiene posibilidad de lograrlo”, dice la carta del Papa.
Estamos de acuerdo con lo que dice Francisco, lo único es que esta carta debió ser escrita antes, cuando gobernaba su amiga Cristina Kirchner.
Desde luego que el Papa no nos va a responder, pero que al menos tome nota de los tiempos. En los pocos meses que lleva Macri al frente del país, no se le puede cargar con todas las culpas por la herencia recibida.
R.C. Gómez
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