El abogado de la ex pareja de Evo Morales, Gabriela Zapata, detenida en una cárcel pública en La Paz, ha hecho circular una carta, por ella rubricada, en que la empresaria sospechada de ganancias ilícitas y de faltar a la fe pública, acusa al ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana de, supuestamente, propalar mentiras y de atentar contra el Estado.
En la misiva entregada a la prensa local y acompañada de una serie de copias de conversaciones de chat, Zapata dice que su situación penal es consecuencia de no haber “obedecido” al ministro Quintana, en lo “que tenía que decir ante los medios de comunicación y el pueblo boliviano”.
“Me llamaste vulgar delincuente, me asombra tu abuso desmedido contra mi persona, pero lo que más me llama la atención es la gravedad con la que atentas al Estado Nacional”, señala el escrito, en varios de sus parágrafos, ininteligible, entregado por su abogado, el letrado Eduardo León a medios locales.
En la misiva que parecía darle un giro a lo que la prensa local reseña como el culebrón “de la Zapata”, que se puso bajo reflectores días antes del referendo constitucional del 21 de febrero anterior y que según expertos fue un cóctel dirigido a minar la legitimidad del presidente Evo Morales, de quien la mujer ha sido pareja, Zapata afirma no tener miedo a presuntas represalias que podrían adoptarse en su contra.
“No tengo miedo (…) Haz provocado una epidemia atentado contra la Democracia, la Etica y la Justicia más aún contra la dignidad (sic)”, sostiene.
Tres días después que una investigación del periódico El Deber, de Santa Cruz, el de mayor tirada del país, revelara que Zapata fungió de abogado apenas aprobar menos de 5 materias de la currícula de la Facultad de Derecho de la Universidad Mayor de San Simón, de Cochabamba, la mujer le espeta a Quintana, en medio de varias incongruencias, que “no soy instrumento tuyo ni de nadie, la impunidad del poder no es eterna, querido, y el derecho no siempre estará a tu servicio”.
“Ojalá no te dé tu paranoia de decir que soy agente de la CIA (Agencia de Inteligencia de EEUU, por sus siglas en inglés)”, agrega.
Zapata, de 28 años y empleada hasta hace un mes en una empresa china, enfrenta una serie de investigaciones por los negocios que hizo con el Estado boliviano, presuntamente sirviéndose del aval de haber sido la pareja de Evo Morales.
Informes oficiales dan cuenta que el supuesto hijo que afirmó haber procreado con Morales y que sostiene vive en el extranjero, no tiene antecedentes en el sistema educativo boliviano.









